Lucía Araneda, jefa de la Biblioteca Pública n.º 400 de Licantén, en la Región chilena de Maule, expuso su experiencia al frente de esta biblioteca que se vio afectada por el terremoto de 2010, durante el 8º Encuentro Nacional BiblioRedes que se celebró en Olmué, 16 y 17 de junio de 2011.
La Biblioteca de Licantén, inaugurada en diciembre de 2009, sufrió las consecuencias del terremoto que sacudió esa región de Chile en 2010, que la dejó destrozada, aunque también ha obtenido el reconocimiento de sus usuarios, el apoyo de las autoridades y de la coordinación regional y varios premios que valoran su labor.
La Biblioteca de Licantén fue construida en el marco del "Programa Presidencial de Construcción de Nuevas Bibliotecas Públicas" de la DIBAM y cuenta con una superficie total de 480 metros cuadrados y una dotación de más de 6.000 volúmenes. Sirve a una población de 4.237 habitantes de esa comuna, repartidos en varias localidades. En el primer mes de funcionamiento prestó 870 libros, todo un hito que se mantuvo durante los dos siguientes meses, hasta que se produjo el terremoto el 27 de febrero de 2010.
El proyecto arquitectónico, que aprovechó el antiguo edificio de la estación del ramal ferroviario Curicó-Licantén, abandonado desde los años 1970, ha sido galardonado en la Bienal de Arquitectura.
Lucía Araneda relató que en medio de las grandes necesidades de la población tras el terremoto, la biblioteca tuvo que afrontar la reparación de cristales rotos, grietas en las paredes, y libros destrozados. La bibliotecaria explicó que la institución tuvo que prestar una parte de su espacio a la Corporación de Asistencia Judicial y no pudo atender el servicio durante el mes de marzo. Ante esta situación, solicitaron un carrito para poder llevar los libros a otros lugares y así poder llegar al público. Esta iniciativa les permitió comprobar que muchas personas no leen por comodidad, en cambio lo hacen cuando la biblioteca les acerca el libro. Por eso siguen llevando libros a la escuela de Iloca, como una extensión de su servicio, y asesoran a los profesores que lo solicitan.
El primer aniversario de la biblioteca fue celebrado, entre otras actividades, con la elaboración de un árbol de navidad en el que estaban representados todos los usuarios. No obstante, en él predominaba el color rojo, asignado a las mujeres, sobre el verde, adjudicado a los hombres. Según las estadísticas de la biblioteca, las mujeres solicitan el 78 por ciento de los préstamos anuales.
“Nunca nos paramos de buscar fórmulas. Siempre tenemos presente el fomento lector” es una de las máximas de Lucía Araneda, que recibió uno de los premios a las mejores bibliotecas de 2010 durante el Encuentro BiblioRedes.
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