Lucía Riff, la agente literaria más importante de Brasil, opina que el mercado del libro digital en su país está creciendo rápidamente y como efecto dominó es un estímulo para el sector del libro en general aunque al mismo tiempo crea muchas dificultades a los editores que se ven forzados a adaptarse.
La agencia, que fue fundada en 1991, representa a grandes nombres de la literatura brasileña y a las principales agencias literarias extranjeras en Brasil y Portugal. Riff, junto con Tomás da Veiga Pereira y Eduardo Blücher habló sobre el mercado brasileño del libro en el marco de la Feria del Libro de Frankfurt, en un seminario sobre los mercados en expansión y en particular sobre los derechos de autor en Brasil.
En una entrevista que publica Publishing Perspectives, realizada por María Fernanda Rodrigues, Riff habla con entusiasmo de los cambios que se han producido en Brasil desde que ella creara la agencia, hace veinte años.
En aquel momento "los autores brasileños no despertaban interés, el gobierno no compraba muchos libros –las primeras compras importantes no llegaron hasta 1998– y las bibliotecas dependían mayormente de donaciones. El panorama era desalentador". En aquel momento nadie creía en el futuro de Brasil.
Pero las cosas han cambiado "y no solo por las computadoras o los libros electrónicos" –dice Riff–. Ahora Brasil tiene una economía bastante estable, a pesar de la crisis que sacude a todo el mundo, que no deja de preocuparles. Lo cierto es que la clase media está en ascenso y compra más y eso también beneficia a la industria editorial, que por otra parte se consolida gracias a los programas gubernamentales de compra de libros y el aumento de las ventas en otros sectores.
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La agente destaca que actualmente las ventas de libros son lo suficientemente buenas como para llamar la atención de editores y agentes del extranjero que junto a buenas ventas tienen garantizadas "ediciones bien impresas, puntualmente, con bellas portadas". Es decir "vender libros a Brasil vale la pena" aunque asegura que Brasil también tiene mucho que ofrecer porque tiene una industria "editorial fuerte, competitiva y creativa".
Igualmente subraya que el mercado brasileño es muy abierto a todo tipo de libros. "Yo diría –afirma– que, en general, a los brasileños les gustan diferentes temas y tienen una mente abierta acerca de lo que es nuevo" y agrega que, a diferencia de los EE.UU., donde la gente prefiere leer libros "made in USA", los brasileños son positivos acerca de las traducciones.
En cuanto al panorama de la edición digital en Brasil, Riff aclara que actualmente lo más común es que un contrato incluya los derechos digitales de la edición aunque imponga la obligación de publicar el libro tanto impreso como en formato digital. "El gran problema –advierte– está relacionado con los libros de fondo, descatalogados o en traducciones antiguas, donde los derechos no están claros. Tratar con lo nuevo más fácil que lidiar con lo viejo" –asegura.
Riff espera que los libros digitales despeguen en Brasil cuando los eReaders sean algo popular y el mercado de los libros de texto se convierta en digital. "Entonces veremos el cambio" –concluye.
La entrevista completa (en inglés) está disponible en este enlace.
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