Un estudiante de la universidad de Stanford, con el apoyo de dos profesores, ha superado el desafío de conseguir un programa para convertir páginas en Braille en texto legible al crear algo todavía más útil: una pantalla táctil para escribir en el sistema Braille.
Esta especie de máquina de escribir para discapacitados visuales es el resultado del trabajo de Adam Duran, alumno del último curso de la New Mexico State University que desde junio participa en Stanford en un programa de dos meses ofrecido por el centro de investigación del Ejército AHPCRC.
El proyecto de Duran y su equipo titulado "Un teclado Braille virtual" ha sido el ganador de este año por ser "La mejor aplicación para Android".
La información la proporciona la periodista Christina Bonnington en la revista Wired, especializada en innovación tecnológica en la que ofrece un video cedido por la Universidad de Stanford que muestra el funcionamiento de la tableta.
El programa consiste en un concurso en el que los estudiantes tienen que desarrollar una investigación que puede abarcar desde modelismo aeroespacial a computación en paralelo (parallel computing). En este caso el desafío era un proyecto destinado a resolver un problema utilizando el sistema operativo Android.
En principio, la investigación de Duran estaba orientada a utilizar una cámara en un dispositivo móvil, como la Motorola Xoom, para crear una aplicación que transformara páginas físicas escritas en el sistema Braille en un texto legible en un dispositivo electrónico. Sin embargo hubo problemas desde el principio con el proyecto.
De modo que Duran y sus mentores, Adrian Lew, profesor asistente de ingeniería mecánica y Dharmaraja Sohan, doctorado en Stanford y candidato para estudiar matemática computacional, decidieron desarrollar una aplicación para escribir en lugar de una para leer.
Dado que una persona ciega no puede localizar las teclas en el teclado virtual de una pantalla táctil plana y pulida, el equipo decidió que la clave estuvieran en los propios dedos del usuario. Es decir, cuando el usuario apoya ocho dedos en la pantalla, las teclas virtuales se alinean bajo sus dedos.
El teclado Braille se compone de ocho teclas: seis que se utilizan para componer cada caracter, un retorno de carro y una tecla de retroceso. Si el usuario se desorienta, puede restablecer el teclado volviendo a situar los dedos. Además, el teclado se adapta al tamaño de los dedos del usuario.
Los investigadores no saben todavía cuándo este innovador dispositivo podrá comercializarse y llegar a los usuarios aunque han dicho que están comprometidos en que eso ocurra lo antes posible.
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