Shane Rae, editor digital en Pearson Education (Reino Unido), cree que las editoriales dedicadas al libro de texto, o al libro educativo en general, tienen que dejar de hacer las cosas porque las pidan los clientes y esforzarse por ofrecer soluciones a problemas que ellos ni siquiera sospechan que tienen todavía.
En un artículo publicado en el blog FutureBook, Rae sostiene, a modo de autocrítica, que actualmente los editores se ven a sí mismos creando productos para los usuarios basándose en lo que estos quieren ahora, y no en lo que podrían querer en el futuro.
Advierte que sus opiniones también están influenciadas por los productos con los que pueden estar ya familiarizados. Rae asegura que de este modo, si los editores no están atentos terminarán en un absurdo "yo también" sacando productos al mercado para fastidiar al ya existente de sus competidores.
Rae destaca que compañías como Apple durante años han deslumbrado a los usuarios con refrescantes innovaciones. A su juicio, los editores se han beneficiado de la atmósfera creada por esa empresa pero no han sido tan inteligentes como para emularla y ser innovadores, en particular en la edición educativa.
El editor explica que en el pasado, si se planificaba una nueva colección de libros, podía maquetar un prototipo y ponerlo a prueba con un grupo. Después, analizar los tests, hacer los cambios necesarios y enviar los libros a la imprenta. Sin embargo cree que este método ha quedado obsoleto ahora, en la era de las aplicaciones en línea.
El artículo completo está disponible (en inglés) en este enlace.
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