Peter Brantley, colaborador habitual de Publishers Weekly, ha publicado un artículo en el que explica las dificultades legales que está encontrando para poder incrustar fragmentos de vídeo en un libro electrónico. Su propósito es conseguir una exención de la Digital Milennium Copyright Act (DMCA) [Acta Digital del Milenio para los Derechos de Autor] para lo cual él y su equipo han tenido que testificar ante el consejo general de la Oficina de los Derechos de Autor de los EE.UU.
Durante la sesión se propuso que se debería “romper” el DRM cuando las fuentes son vídeos en DVD para poder incrustar segmentos de estas grabaciones en libros multimedia. Brantley opina que esta exención sería muy útil en un amplio número de oportunidades, como en libros de viajes, cocina, cine o arte y opina que “otros muchos casos se verían beneficiados si se consigue esta exención”.

Su exposición se centró en los avances tan rápidos que están sucediéndose en herramientas para la creación de libros electrónicos, lo que permite crear libros multimedia con conocimientos técnicos básicos. El hecho de no poder contar con una exención de la DMCA para la utilización de vídeos, explica Brantley, daría lugar a la utilización de otros materiales y a resultados de peor calidad que el consumidor consideraría poco más o menos que insuficientes.
Gran parte del contenido que muchos autores quieren utilizar en proyectos de libros multimedia no está disponible y no se podría usar sin una exención de la DMCA. Incluso en aquellos casos en los que se otorga una licencia para la utilización de ciertos materiales, sólo se puede utilizar el trabajo en su conjunto, no es posible extraer un fragmento de un vídeo, aunque sea para proyectos educativos o informativos.
Por último, durante la exposición, hubo que definir qué elementos podrían constituir un eBook y qué principios gobernaban lo que un libro electrónico podría contener. Brantley y la comisión que defendía este caso ante la Oficina de Derechos de Autor hicieron especial énfasis en describir un eBook como un documento que se ha montado con un determinado contenido y cuyos comportamientos están sujetos por un conjunto de restricciones. También aprovechó esta oportunidad para subrayar la importancia de las normas sobre libros electrónicos de la IDPF en el entorno de la edición digital.
Este periodista tiene claro que el proceso de revisión de los derechos de autor continuará durante varios meses, y que se pedirán más aclaraciones y documentación, pero espera que se sepa algo sobre si se ha concedido la solicitud a finales de año, ya que en su opinión, el mundo de los libros electrónicos será mucho más “sombrío” sin el brillo del vídeo.
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