La asociación que reúne a las autoridades de bibliotecas en el Reino Unido (Society of Chief Librarians, SCL) ha admitido que en estos momentos se debe hacer más con menos. Su presidenta, Janene Cox, dejó constancia de ello en una rueda de prensa, en la que respondió a periodistas y miembros activos de bibliotecas sobre los planes que quieren instaurarse en las áreas de salud, lectura, información y bibliotecas digitales de este país.

En un artículo de Joshua Farrington publicado en The Bookseller, se recogen algunas de las declaraciones de Cox, en las que confesó que esta asociación es consciente de la falta de bibliotecarios por lo que se es necesario capitalizar las fuerzas. En este marco laboral ha señalado que a su juicio es conveniente trabajar de una manera más colectiva, por lo que se deberían exponer todas las ideas a nivel nacional. Esto implica –ha subrayado– que los responsables se apoyen al máximo y muestren lo que significa ser una buena biblioteca, que compartan aquellas prácticas que se consideran las mejores y que hagan uso de la economía de la forma más eficiente posible.
Casi la mayoría de las autoridades implicadas han firmado un acuerdo y se han comprometido a implementar una oferta de lectura y salud que se lanzará en mayo de 2013 y en la que se da a los médicos la capacidad de recetar libros que estén en bibliotecas a aquellos enfermos que sufren de ansiedad o depresión.
Por último, Farrington indica que algunos activistas han apoyado las ideas sugeridas, pero advierten de que el esfuerzo verdadero debe centrarse en mantener los servicios bibliotecarios abiertos y disponibles para todo el mundo.
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