El consejo unitario escocés de Moray ha decidido cerrar siete de sus quince bibliotecas y eliminar al completo la financiación para el desarrollo de manifestaciones artísticas. Muchos escritores han hecho público su desacuerdo y su enfado ante esta decisión por considerar que las bibliotecas locales son un bien esencial para la comunidad. Un artículo de Joshua Farrington publicado en The Bookseller, recoge las reacciones de los escritores.
El novelista y actor Mark Billingham considera que las bibliotecas son esenciales para el bienestar cultural y en algunos casos, son el corazón de la comunidad a nivel local.

Para Stuart MacBride, novelista escocés de misterio y autor de obras como Coleccionista de niños o Luz mortecina, definió esta decisión como un “acto de incompetencia cultural asombrosa”.
Otro escritor y galardonado periodista, Tony Black, comentó en defensa de las bibliotecas públicas, que éstas son algo más que un lugar en el que se prestan libros. En su opinión, son un elemento vital en las comunidades. Confesó que fue una biblioteca pública la que despertó su interés por la escritura. “No estaría escribiendo en estos momentos si no fuese por aquella biblioteca” –aseguró.
Parece que estas manifestaciones no están tenido mucha repercusión, ya que Allan Wright, concejal de este consejo unitario, explicó que las decisión que se ha tomado ha sido fruto de las consultas exhaustivas realizadas entre la población. Es más, informa el artículo, este consejo ha avisado que estos recortes no serán los últimos y es más que posible que continúen las reducciones.
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