El editor Jaume Vallcorba (Acantilado) defiende el papel de los maestros y recomienda la lectura, la redacción, la memorización y los dictados.
La lectura, la memorización de algunos poemas, la redacción, los dictados como parte de la educación y como responsabilidad de los maestros son, a juicio del editor Jaume Vallcorba, instrumentos esenciales en la educación lectora. El fundador de las editoriales Acantilado y Quaderns Crema fue profesor durante muchos años y discípulo de maestros como Martín de Riquer, que prologó su libro Lectura de la ‘Chanson de Roland’ (Acantilado).
“Redactar es muy importante, uno no se da cuenta de lo difícil que es redactar algo bien hasta que no se pone a hacerlo”, cuenta el editor en el vídeo de esta página, en el que también recuerda cómo su generación memorizaba las Coplas de Jorge Manrique o leía el Lazarillo, el Quijote, Quevedo... “La lectura, la escritura en términos de redacción y el dictado ayudaron muchísimo a mi generación en este sentido, extraordinariamente”. “Cuando no se ha redactado casi nunca uno se encuentra con muchos problemas, y hoy lo estamos viviendo”.
Vallcorba cree que una educación cultivada no puede estar más que en manos de los maestros. En varias de las entrevistas publicadas, el editor ha explicado su experiencia docente.
¿Se ha arrepentido alguna vez de dejar la docencia y meterse a empresario?, le preguntaba en enero de este año Laura Martín en El Cultural. “La verdad es que lo pasé muy bien enseñando. Es incluso algo que se recuerda por parte de mis alumnos. Es una profesión extraordinaria, pero han cambiado mucho las cosas, hay que reflexionar muy en serio sobre la enseñanza en España. Ahora lo echo menos en falta porque me invitan a conferencias de vez en cuando, y vuelvo a entrar en contacto con gente joven”, respondía Vallcorba.
¿Cómo ha sido la experiencia de combinar la actividad editorial con la docencia?, le planteaba Martín Gómez en El Malpensante en 2008. Y contestaba: “Frenética pero enormemente estimulante. Creo que son dos actividades complementarias. Me parece que la labor editorial se puede entender de dos modos: por una parte, el de quien se dedica a publicar libros que el público ya sabe que quiere; y, por otra parte, el de quien le ofrece al lector aquellos libros que quizás aún no sabe que quiere –que es en el que a mí me gusta trabajar–. Son dos cosas muy distintas. En buena medida me gusta hacer un trabajo de explorador para proponer un catálogo y crear una biblioteca propia dirigida a un público con el que pretendo sintonizar. Sucede lo mismo que con los estudiantes. Cuando uno enseña literatura también hace unas propuestas de lecturas que los estudiantes aceptan o rechazan. Creo que ahí hay una complementariedad e incluso un trabajo paralelo. A eso me refiero cuando hablo de proponer una biblioteca personal. Eso no puede llevarse a cabo en un cien por ciento porque uno no puede publicar todos los libros que quisiera, ya sea porque ya han sido publicados o bien porque los derechos son tan costosos que no puedes pagarlos. Pero uno puede aproximarse a esa biblioteca ideal que quisiera tener en casa”.
Para hacerse una mejor idea de lo que piensa Jaume Vallcorba sobre esa educación y edición cultivadas merece la pena leer el artículo que publicó en Letras Libres en 2009, del que entresacamos algunos párrafos:
“El niño lector del que hablaba hace un instante leyendo bajo las sábanas se irá haciendo con un caudal importantísimo de recursos literarios casi sin darse cuenta. La lectura le servirá no solamente para ahuyentar el tedio, sino también para irse familiarizando con la literatura y sus recursos, así como el mundo importantísimo de referentes y paisajes que habrán de amueblar su cerebro en sintonía con los lectores que le precedieron y que le habrán de suceder en el tiempo. Los libros que irán llenando su biblioteca personal, aún si son olvidados, dialogarán con viveza con los libros que leerá en el futuro, en una sutil red de correspondencias, y acabarán formando parte, mucho más que de la diversión inmediata que sin duda le habrán de proporcionar, de su propia sangre”.
“Ni qué decir tiene que, si podemos contar con un buen número de estos lectores, la supervivencia de la «literatura de calidad» estará más que garantizada”.
“Pero, para poder contar con el buen número de lectores experimentados y exigentes que todo editor necesita para sobrevivir, parece imprescindible que tengan cierta formación, y el único lugar que se me antoja que tal formación es posible es en la educación”.
“La lectura está desapareciendo de los programas escolares bajo la dictadura de la imagen, y hemos llegado a un punto en que un estudiante universitario de humanidades puede terminar la carrera sin haber leído un solo libro. Cuando hice esta afirmación en una entrevista en una importante radio española, nadie me contradijo, ni mi rector entonces en la Universidad, por lo que sospecho que no iba tan desencaminado. Nuestro futuro como editores de «literatura de calidad» dependerá de la educación. Y nuestra felicidad también”.
Jaume Vallcorba participó en abril de 2013 en el Encuentro de Editores Europeos organizado por la Fundación Germán Sánchez Ruipérez en Casa del Lector.
Biografía y obra de Jaume Vallcorba
Encuentro de Editores Europeos. Abril, 2013. Fundación Germán Sánchez Ruipérez. Casa del Lector. Madrid
El futuro de la edición literaria de calidad. Jaume Vallcorba. Septiembre, 2009. Letras Libres |