Iniciativas en los Estados Unidos relacionadas con la educación están provocando que las grandes editoriales de libros de texto empiecen a cambiar sus estrategias. Tres de estas grandes editoriales muestran sus replanteamientos en un artículo de Michelle R. Davis publicado en EdWeek.
Institutos en los Estados Unidos están adoptando los libros de texto electrónicos entre otras razones por cuestiones económicas. En estados como el de Florida se ha aprobado una ley según la cual se exige a los distritos que gasten la mitad de sus presupuestos en materiales educativos digitales.

Michelle R. Davis se ha puesto en contacto con, Pearson, McGarw-Hill Education y Houghton Mifflin Harcourt, tres de las grandes editoriales especializadas en materiales educativos, con el fin de recoger sus impresiones ante este cambio.
Pearson, comenta la periodista, está realizando movimientos importantes por hacerse un sitio en el mercado de los contenidos digitales. La compañía compró Schoolnet, una empresa que se dedica a crear programas de educación personalizada e invirtió casi noventa millones de dólares en Nook Media, filial de ebook de la editorial Barnes & Noble. La estrategia, comenta Luyen Chou, oficial en jefe de productos tecnológicos para secundaria de Pearson Education, es crear una plataforma tecnológica que permita distribuir contenido digital a los educadores. La empresa también está diseñando un plan de estudios digital específico para tabletas.
Bethlam Forsa, vicepresidenta ejecutiva de desarrollo de contenidos en la editorial Houghton Mifflin Harcourt, comentó a la periodista que la idea es seccionar los programas digitales y ofrecer unidades más pequeñas a los educadores que sean compatibles con cualquier sistema y dispositivo.
En el caso de la editorial McGraw-Hill Education su visión es otra. Su director general, Stephen Laster, comentó a Davis que muchos distritos escolares todavía no están listos para adoptar por completo el formato digital. Confiesa que el futuro es sin lugar a dudas digital, pero en estos momentos lo digital y el papel conviven en un mismo espacio.
La idea de esta editorial no es crear una plataforma de gestión de aprendizaje o entrar en el negocio de los dispositivos, sino que su prioridad radica en desarrollar su propio contenido y que éste se adapte a cada estudiante. La editorial también apuesta por los juegos, las simulaciones y por la creación de productos que sean capaces de controlar el tiempo que un estudiante invierte en sus tareas y ver como se desenvuelve en el nuevo entorno de aprendizaje. El objetivo, comenta Laster, es permitir que los alumnos puedan elegir entre una variedad de opciones según los estilos de aprendizaje de cada uno.
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