¿Un futuro sin libros? No es eso lo que tiene que preocuparnos, sino el encontrar los múltiples futuros que existen para el libro. ¿Qué es lo verdaderamente importante? La historia, un libro es simplemente su soporte. Estas son algunas de las reflexiones que Paul Currion ha publicado en un artículo en FutureBook.

En primer lugar Currion presenta un mundo en el que ya no existen las estanterías, en el que las portadas de los libros han sido sustituidas por una serie de imágenes desconcertantes, en el que han desaparecido las páginas, e incluso las palabras. Un mundo en el que parece inevitable que haya surgido el miedo a perder el sentido y el significado de nosotros mismos y de nuestra cultura, ante una situación en la que ya no se almacenan las historias en esas palabras que aparecían en las páginas, entre las tapas y en las estanterías.
Pero esta visión un tanto catastrofista, es solo eso –comenta Currion– una historia. Tratamos de imaginar un mundo sin libros, pero nuestra imaginación falla. Cada vez que tratamos de pensar en cómo serán los libros una vez que estos hayan desaparecido, nos resulta simplemente imposible.
Lo importante son las historias, esas con las que llenamos un libro, ya sean de miedo u odio, de guerra o de paz –añade Currion. Éstas son capaces de sobrevivir en cualquier rincón y aunque su hábitat favorito ha sido el libro, ahora buscan un lugar nuevo para vivir.
Por lo tanto –concluye– no hay que perder el tiempo preocupándose por el futuro del libro, es mejor ponerse a trabajar y encontrar sus múltiples futuros. |