Si la disposición y presentación de los perfiles personales en las redes sociales empiezan a parecerse tanto los unos a otros ¿qué las diferencia? Selena Larson opina en ReadWriteWeb sobre lo que algunos han denominado la facebookización de las redes y sobre la utilidad de cada una de ellas.

La aparición de la foto de portada de Facebook en 2011 fue, en opinión de esta periodista, todo un hito y se presentó como una oportunidad de mostrar momentos de la vida del usuario o de simplemente darse a conocer a propios y extraños.
En 2013 Google+ se subió al carro de la foto de portada. A principios de este año ha sido Twitter y la última en sumarse a esta tendencia ha sido LinkedIn. Un portavoz de esta última ha anunciado que los usuarios podrán añadir una foto de portada para “poder destacar”.
Pero lo que Larson se pregunta es si no estará perdiéndose la individualidad de cada una de las redes sociales, ya que si estas comunidades, tanto las profesionales como las que no los son, empiezan a parecerse tanto, parece que se diluye el propósito para el que fueron creadas cada una de ellas: “¿Puedo conectarme con mis amigos en LinkedIn? ¿Puedo publicar fotos de mi bebé en Twitter? ¿Para qué sirve entonces Google+?
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