Durante la Apple Worldwide Developers Conference (WWDC) de 2014 la compañía dio algunas pistas de cómo ve el futuro y, según Adriana Lee, sus perspectivas van más allá de sus dispositivos inteligentes. La empresa de la manzana se encamina hace lo que podría denominarse como la iLifestyle.
iPhones, iPads y Macs son solo el primer paso hacia un ecosistema mucho mayor –comenta Lee en un artículo en ReadWriteWeb. La compañía está sentando las bases hacia una plataforma mucho más grande que abarque todos los aspectos de la vida de sus usuarios.
Tras años de restricciones, la compañía inicia una apertura de su sistema operativo, ofrece a los desarrolladores cuatro mil APIs nuevas y acceso a multitud de funciones. De esta manera, las apps no solo serán capaces de comunicarse entre ellas, sino que también podrán emplearse para funciones de verificación de la identidad.

Durante su presentación –continúa Lee– la empresa ofreció una breve introducción a su HomekIT, una incursión en las casas inteligentes y a HealthKit, un repositorio central en el que se recopilarán datos sobre la salud del usuario mediante medidores de salud o apps de fitness, de tal manera que no solo el individuo sino también su médico podrá acceder a ellos.
Apple tienen una gran oportunidad en el sector de las casas inteligentes, ya que nadie ha logrado de momento que todo funcione tal y como quiere el consumidor medio. No es la primera vez que la empresa entra en mercados nacientes y más bien caóticos –comenta Lee– y por regla general, suele obtener grandes éxitos.
En lo que respecta a la salud, derivar todos los datos que se recopilen y darles un significado que sea útil para los sanitarios, no es tan sencillo, por lo que no es de extrañar que la compañía se haya asociado a centros de atención médica y clínicas tan prestigiosas como la Clínica Mayo.
Y todo esto podría ir incluso mucho más allá –advierte la periodista. Si todo este ecosistema llegase a estar interconectado, el sistema podría aprender de los comportamientos de los usuarios y anticiparse a lo que quieren o necesitan. “Las luces podrían cambiar cuando el sistema sepa que estoy estresada [...] Podría recibir notificaciones en la muñeca sobre alimentación cada vez que abro la nevera entre comidas” –afirma la periodista.
Las dudas surgen en todo lo relacionado con la privacidad y es ahí donde entra en juego el TouchID, o lector de huellas digitales, el cual –tal y como explica Lee– no solo cumpliría su función como una forma segura de realizar pagos online, sino que también podría trabajar como el guardián de la vida digital del usuario.
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