El clickbait, o carnada de clics, es una técnica que utilizan algunas compañías, que publican cierto contenido con el único objetivo de ganar clics en sus sitios web. Muchas empresas, como Facebook, consideran esta práctica perjudicial e incluso intentan acabar con ella. Pero Mathew Ingram va más allá y se cuestiona dónde está la línea divisoria entre esta estrategia de marketing intrusiva y el dar a los lectores lo que quieren en un artículo publicado en GigaOm.

La etnógrafa Angéle Christin ha estudiado durante dos años el impacto que están teniendo las métricas y las analíticas en el periodismo digital en los Estados Unidos y Francia y ha podido comprobar que es tal la obsesión que existe, que en algunos medios de comunicación no permiten a sus editores conocer las métricas relacionadas con sus publicaciones, por miedo a que esto interfiera y distorsione su trabajo.
Ingram asegura que estos datos y la obsesión por ellos han cambiado por completo la forma en la que los medios producen en estos momentos el contenido. La capacidad de saber el número de lectores que han hecho clic en un determinado artículo, hasta dónde ha llegado su lectura, de dónde provienen y si han decido compartirlo, supone sin lugar a dudas muchos cambios. Pero en opinión de este periodista también ha propiciado la producción de un contenido más afín al gusto de los lectores. Por lo tanto –concluye– no es tan fácil cargar todas las tintas contra técnicas como el clickbait, si eso ayuda a ofrecer aquellos que realmente se busca. |