La privacidad de los datos de los lectores es una de las cuestiones más espinosas sobre el libro electrónico: no hay nada que impida a las empresas recoger información sobre los libros que una persona lee y compartirlos con terceros. Por eso el Estado de Nueva Jersey trabaja en una ley que protege la privacidad de los lectores, según explica Eric Hellman en su blog.
En septiembre de 2014 las dos cámaras legislativas competentes aprobaron la Ley de privacidad del lector [Reader Privacy Act]. Recientemente el gobernador del estado, Chris Christie, ha ejercido su derecho a extender un veto condicional sugiriendo ciertas modificaciones.
La ley propuesta en septiembre no incluía la prohibición explícita para las autoridades estatales de solicitar los datos personales de lectura, sino que solo actuaba contra las empresas. De esta manera, un sheriff local podría solicitar una lista de los lectores de un libro determinado, pero si Amazon se la proporciona tendría que enfrentarse a una sanción de 500 dólares.
Las modificaciones de Christie retiran las sanciones civiles e introducen la restricción para las autoridades estatales de solicitar información a las empresas sin una orden o citación.
Esta ley solo protege de la injerencia del propio Estado, advierte Hellman, pero no pone coto a la recogida de datos con fines publicitarios que practican las empresas. Por otra parte, solo habla sobre las librerías, pero no sobre las bibliotecas, que también prestan libros electrónicos. Los registros de bibliotecas están sujetos a una legislación diferente, algo que no tiene mucho sentido, denuncia Hellman.
A pesar de sus limitaciones, Hellman considera esta ley como «un paso sólido en la dirección correcta» y cree que sería un modelo a seguir para otros estados. |