Gregory Ferenstein, periodista especializado en tecnología, asegura que la multimillonaria inversión de Google en software está diseñada para encontrar el resultado perfecto de la búsqueda.
Añade que ya en 2005, antes de que los gobiernos de los EE.UU. y de la Unión Europea aplicaran a Google las normas antimonopolio, el ahora presidente Eric Schmidt fue bastante claro acerca del juego final del gigante de las búsquedas.
"Él creía que Google sólo debe dar un resultado de búsqueda para cada consulta" –subraya Ferenstein.
"Cuando utiliza Google ¿usted consigue más de una respuesta? Por supuesto que sí", le dijo en aquel momento al presentador de la televisión pública Charlie Rose. "Bueno, eso es un error –añadió–. Tenemos que ser capaces de darle solo una respuesta correcta. Deberíamos saber lo que usted quería decir. Usted busca la información. Nosotros debemos conseguir que sea exactamente correcta".
Según Ferenstein, esto hace que el actual caso de la Unión Europea contra Google aparezca "algo desinformado". Señala que entre muchas objeciones, los reguladores recriminan a Google que cuando prioriza sus propios servicios y socios en los resultados de búsqueda, lo hace "asfixiando a la competencia".
El periodista señala que uno de los gurús de Google en inteligencia artificial, el futurista Ray Kurzweil, le dijo que eventualmente la empresa debería predecir respuestas incluso antes de que los usuarios sepan que quieren hacer la pregunta. "Él llama «amigo cibernético» a este Google –un software que te conoce mejor que tú mismo".
Esto podría ser fantástico para los consumidores –agrega Ferenstein. Si estamos buscando tratamientos para el dolor de cabeza, Google podría alertarnos de una epidemia de gripe en la ciudad. Si estamos preocupados por la política sobre vivienda, Google podría avisarnos de una próxima reunión de la Junta del distrito. "Podría hacernos más sanos, más productivos y cívicamente comprometidos" –apunta.
"Pero, por diseño, Google (búsqueda) está en el buen camino hacia el monopolio. –comenta– Así que, o Google es intrínsecamente ilegal, o las leyes antimonopolio deben cambiar para adaptarse a nuevos modelos de negocio". |