La fortaleza del dólar norteamericano, el sector de la librería en lucha, y una desaceleración en las adquisiciones de libros por parte del Gobierno son factores que han empujado a una crisis a la industria editorial en Brasil.
Según Loman, en los últimos años, los profesionales del libro vieron crecer su entusiasmo con el auge del mercado editorial brasileño en las ferias internacionales. Brasil ha sido el país invitado de honor en Frankfurt, Bolonia, Gotemburgo y París, entre otros encuentros sectoriales, señala.
Historias de ofertas increíbles de seis cifras negociadas en tiempo record y ventas de cientos de miles o incluso millones de copias se pusieron muy de moda en los cafés y despachos, desde Nueva York a Oslo y más allá –apunta Loman. "Lo inquietante, sin embargo, es que al parecer en la Feria del Libro de Londres de este año, era la América Latina de habla española la que estaba causando un gran revuelo entre agentes y editores, en lugar de Brasil" –subraya.
Por otra parte, añade que "el próximo encuentro de Publishing Perspectives en la próxima Feria de Frankfurt, sobre los mercados en 2015 –que cubre siete mercados importantes de libros, ha favorecido a México sobre Brasil en representación de la región".
Pasi Loman, como parte del sector del libro en Brasil, con frecuencia se pregunta por qué actualmente su país no está recibiendo "tantas o tan buenas ofertas como antes".
En su intención de encontrar una explicación al fenómeno subraya que ciertamente la edición de libros en Brasil no se ha detenido por completo y si bien todavía se reciben ofertas y los libros se publican, se compran y se leen, en verdad "la situación ha cambiado de apenas unos meses a esta parte".
Uno de los factores es la cotización del dólar norteamericano que, en su opinión, hace cada vez más difícil negociar los altos anticipos incluso de los grandes bestsellers. El tipo de cambio del dólar ha pasado de alrededor de 2 reales brasileños (BRL) a más de 3, llegando incluso a los 3,27.
Aparte del contexto en el mercado internacional, Loman también llama la atención sobre los problemas internos a los que se enfrentan los editores brasileños, entre ellos con el sector de las librerías. Algunas de las grandes cadenas de librerías de Brasil (Loman cita Saraiva) ha despedido a un número significativo de empleados y "hay rumores no confirmados de que habrá muchos más en el sector".
Añade que un editor de tamaño medio le dijo extraoficialmente que uno de los mayores minoristas en línea del país le adeuda una suma significativa de seis cifras desde hace meses y que esto le ha causado un grave perjuicio para su negocio, lo que lo obligó a repensar su plan de publicaciones para este año y el siguiente.
Loman aclara que, a diferencia de otros mercados, los problemas de las librerías físicas no tienen su origen en el ebook. De hecho –afirma–, en Brasil por el momento los libros electrónicos no han tenido tanto éxito como para suponer una diferencia significativa.
Otro factor, según Loman ha sido que la compra de libros por parte del Gobierno para escuelas y bibliotecas "ha quedado en suspenso y se han demorado las partidas" para esas adquisiciones.
Loman subraya que abundan rumores de que "los programas de este año pueden ser canceladas por completo". Teniendo en cuenta que los programas de compras del Gobierno constituyen el 37 por ciento de todas las ventas de libros en Brasil, y más aún cuando se trata de literatura infantil, "esto está causando un gran dolor de cabeza y sembrando el miedo entre los editores".
Loman dice que también ha habido recortes y despidos en la Biblioteca Nacional, que, entre otras cosas, es responsable de las subvenciones a las traducciones y de los viajes para editores extranjeros y autores nacionales respectivamente.
"Y otra estadística muy sombría es que, de acuerdo con una encuesta reciente, el 70 por ciento de los brasileños no leyó un solo libro el año pasado" –destaca Loman.
No obstante todos los problemas y desafíos actuales y las oscuras previsiones a corto plazo, Loman se declara aún optimista acerca de la edición de libros en Brasil, en el mediano y largo plazo. A su juicio "la innovación, el trabajo duro, y el pensamiento creativo todavía pueden lograr resultados", aunque cree que primero "debe mejorar la situación general en Brasil". |