Ursula K. LeGuin, escritora estadounidense de fama internacional conocida principalmente por sus libros de ciencia ficción y fantasía, cree que la idea de publicar tal y como se conocía hasta ahora, ha sido reemplazada por el modelo de Amazon. En su opinión comprar un libro al gigante minorista es como consumir junk food, comida basura.

Estas declaraciones de la escritora aparecen publicadas en Book View Café en un post que ha titulado Up the Amazon with the BS Machine, or Why I keep Asking You Not to Buy Books from Amazon en el que crítica y opina sobre la forma de trabajar del gigante minorista en relación con la venta de libros.
Amazon utiliza lo que ella denomina la máquina de bestsellers para vender grasa edulcorada y que de esa manera los consumidores crean que eso es la literatura de verdad.
Cualquier editor que quiera imprimir un libro al que no se le ve de entrada mucha salida en el mercado o que quiera mantener esos libros de venta más bien modesta pero constante, está yendo contra la maquinaria de Amazon. Las grandes editoriales –subraya– siguen trabajando, pero bajo la presión que marca la compañía de Bezos y sus estrategias de marketing, por lo que lo tienen especialmente difícil para valorar la calidad o planificar sus ventas a largo plazo.
A los libreros independientes, que en líneas generales son el hábitat natural de los títulos de pequeña tirada, les han echado del negocio las cadenas que trabajan con la maquinaria de bestsellers. Es decir –señala LeGuin– las que adoptan la manera de trabajar de Amazon son los que siguen adelante.
El minorista –asegura la escritora– no quiere tener ningún competidor, ni como librero ni como editor, ni tampoco quiere asumir ninguna responsabilidad, ni riesgo. Su idea de libro es aquel que apunta maneras como producto comercial y que se ha escrito bajo las tendencias que marca el mercado. Es aquel –continúa– que podrá llegar a la lista de los más vendidos y que más tarde desaparecerá.
Su filosofía –concluye LeGuin– es vender rápido, vender barato, que se pueda descargar y pensar en la siguiente venta. Ningún libro tiene valor en sí mismo, solo los beneficios que puede aportar a la empresa. En su opinión "cada compra que se realice de un libro en Amazon, es un voto hacia una cultura carente de contenido y sin entusiasmo".
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