El ilustrador Quentin Blake ha advertido que los libros para colorear pueden limitar la imaginación de los niños. En una entrevista concedida al periódico The Times, Blake ha manifestado su repulsa por la utilización de estos libros como una técnica para enseñar a los pequeños a dibujar.

Estas declaraciones las realizó durante la presentación de una exposición de su obra en la que sorprendió a todos los asistentes cuando criticó el hecho de que los educadores animaran a los pequeños a copiar sus dibujos –informa un artículo publicado en The Bookseller. En su opinión, lo que hay que hacer es dejar que los pequeños hagan lo que quieran hacer, posibilitarles el acceso al mayor número de ilustraciones posible y descubrir cuáles son las que les emocionan.
El ilustrador de las obras de Roald Dahl añadió que el dibujo debe considerarse una asignatura decisiva, ya que se trata de una disciplina que afecta, y mucho, a aquella persona que la realiza.
Estas declaraciones se suman a las realizadas por el laureado artista Chris Riddell –se añade en el artículo–quien destaca la importancia de la alfabetización visual en la educación y hace un llamamiento para potenciar “el disfrute de garabatear” como una forma determinante en la educación y un mecanismo decisivo para impulsar la creatividad.
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