La Biblioteca Pública de Nueva York tiene una cuenta en Instagram muy activa con ochenta mil seguidores. Chad Félix es el encargado de administrarla y en un artículo publicado en TechRepublic explica en qué consiste y cuál es la finalidad de que una biblioteca con más de cien años de antigüedad tenga una presencia tan activa en una red social como Instagram.

Félix lleva tan sólo tres meses manejando esta cuenta, pero tiene largos años de experiencia trabajando en librerías, lo que le ha permitido saber lo importante que es expresar la seriedad y el entusiasmo por los libros.Su intención con esta red social –asegura– no es tanto aumentar las ventas de libros, sino conseguir un compromiso de los usuarios con la biblioteca y con los servicios gratuitos que ésta ofrece.
Una de las estrategias que lleva a cabo Félix en esta red social está recogida bajo el hashtag #letmelibrarianthatforyou en el que todos los lunes se publica una foto de una tarjeta de mediados de 1900 en la que se muestran las preguntas que se hacían a los bibliotecarios en esa época.
Otros hashtags que también utiliza son por ejemplo: #bookfacefriday en el que la gente se fotografía con un libro; bibliofurtues en el que se toma como modelo los papeles que aparecen en las galletas de la fortuna típicas de los restaurantes chinos en Estados Unidos y también #shoppingsunday, bajo el que se muestra lo que ocurre en la tienda de la biblioteca. Otra campaña importante es #ireadeverywhere, que está vinculada a la lectura al aire libre y en la que se anima a los seguidores o incluso a importantes personalidades, a sacarse fotos leyendo en sitios públicos y compartirlas bajo ese hashtag.
Estas estrategias no sólo se llevan a cabo en el edificio central de la Biblioteca Pública de Nueva York sino que Félix hace un llamamiento a las noventa y dos sucursales que conforman la red de bibliotecas públicas de la ciudad.
Según explica Félix, la intención es encontrar una manera de comunicar la personalidad de esta biblioteca a miles de personas y cumplir con aquello que esperan. Hay que encontrar la manera de integrarlos. Cuando a la gente le gusta un libro, necesita decir y compartir cuánto les gusta –asegura.
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