El autor de bestsellers J. A. Konrath ha vuelto a arremeter contra el Gremio de Autores estadounidenses. Aunque apoya la decisión que ha tomado de exigir el cincuenta por ciento de las regalías para los autores de los libros electrónicos, critica el hecho de que esta asociación no ejerza presión sobre los cinco grandes grupos editoriales.

El Gremio de Autores tiene entre manos una iniciativa para conseguir un contrato justo [fair contract initiative] para los escritores , algo que este autor cree que debería de haber hecho hace tiempo, si su misión es abogar por los derechos de los creadores, apoyar la libertad de expresión, los contratos justos y formar una comunidad que luche por conseguir un salario digno.
Pero este escritor asegura que la labor que desempeña esta asociación no es suficiente, ya que no ve llamadas a la acción, ni peticiones que exijan un cambio, ni quizá lo más importante, enviar cartas a los directores generales de las principales editoriales en las que se denuncie una situación que considera simplemente inaceptable.
Ante el envío por parte del Gremio de una carta al Congreso en la que insiste en combatir la piratería y en tomar ciertas medidas para ello, este escritor echa de menos una en la que se pida al Congreso que se investigue a esos grandes grupos editoriales, su historia en la fijación de precios, los términos terribles que incluyen en sus contratos y el abuso en general que se ha hecho de los escritores y de los lectores durante más de treinta años .
En cuanto a la piratería, Konrath cree que las medidas que exige el gremio de autores son tonterías y espera que cuente con pruebas fehacientes y abrumadoras de que la piratería verdaderamente perjudica a los escritores. Todavía –asegura– no ha visto ni un solo estudio en el que se muestre de manera concluyente que ésta tiene un impacto negativo sobre las ventas y especifica:
- Mediante el intercambio de archivos no hay una pérdida tangible de la propiedad física.
- Un pirata que se descarga un libro es posible que a la larga lo compre u otros del mismo autor.
- No existen datos sobre cuántos libros se han pirateado hasta la fecha.
- Hay estudios que han demostrado que el intercambio de archivos no solo no perjudica a las ventas sino que aumenta los ingresos.
La ley de derechos de autor está totalmente caducada y necesita una reforma –concluye.
La incertidumbre y el miedo a los cambios hacen que las personas realicen acciones sin ningún sentido y quizá esos tiempos de miedo son los que se viven ahora. Existen muchos problemas tecnológicos y una gran incertidumbre, pero esto no es excusa para un comportamiento imprudente o un abuso del poder –asegura.
Amazon para muchos es la reencarnación del mal, pero para este escritor y desde su experiencia personal, le ha permitido vender más libros que cualquier otro distribuidor y trata a los escritores mejor que muchos editores. Pero también añade, que aunque la empresa de Bezos le ha ayudado a ganar un montón de dinero, no tiene la sensación de que le deba la vida.
Culpar a Amazon de la piratería o del hundimiento de las ventas es negarse a mirar hacia el futuro, sostiene. La era digital está aquí y hay que unirse a ella, por lo que el Gremio de Escritores lo que verdaderamente debería de hacer –afirma Konrath– es ayudar a esos autores a navegar en este nuevo torrente editorial y no apoyar acciones destinadas a perjudicar a la mayoría, por lo tanto, lo que verdaderamente hace falta es un auténtico grupo que se encargue de defender sus intereses.
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