Desde el final de la Segunda Guerra Mundial, Islandia mantiene una sana tradición, muy popular entre sus habitantes, consistente en regalar libros con el objetivo de pasar la Nochebuena disfrutando de ellos (y en la cama).
Jólabókaflód, así se denomina este hábito, provoca que en los meses anteriores a esta fecha, las editoriales locales desarrollen sus mayores índices de actividad. Todas esas novedades son recogidas después en un famoso catálogo, Bókatíðindi, que se publica de forma anual (e incluso se distribuye entre las casas) para facilitar a todos los islandeses sus compras.
Así, por encima de dulces, reencuentros y celebraciones, el acto de leer se convierte en el eje neurálgico sobre el que giran todas las actividades navideñas.
Según publica la revista digital Play Ground, el origen de esta bonita tradición está en los años posteriores a aquel conflicto bélico. La importación de productos extranjeros, (Islandia es una isla con escasos recursos y traían las materias primas de otros países), se tornó complicada debido a los problemas que los barcos encontraban para llegar a puerto, pero el papel siguió fabricándose a un bajo coste.
Llegadas las fechas navideñas, los habitantes de la isla decidieron que el mejor regalo que podía hacerse, dadas las circunstancias, era un buen libro elaborado en el país.
Ochenta años después la tradición continúa e imprime un poco más de encanto a las múltiples historias que hablan de las tradiciones, relacionadas con la cultura, que encierra esta pequeña nación enclavada en medio del mar.
¡Feliz Jólabókaflód y felices fiestas!
[Imagen: Alice Hampson] |