El diario La Vanguardia, en un artículo titulado "Para estudiar, mejor el libro de papel" (13-03-11) reproduce los resultados de una encuesta realizada a 153 alumnos de la ESO de un instituto del Baix Llobregat que revela que el 73 por ciento de los estudiantes prefiere los libros en papel a los digitales.
El propósito de la encuesta realizada por la profesora de Tecnología y Ciencias Naturales, María Teresa Xanxo, en el Instituto Joan Miró, en Cornellá de Llobregat, era conocer el uso y provecho que estos alumnos sacan de los netbooks y libros electrónicos con los que trabajan de forma regular en las aulas y cómo estas herramientas inciden en sus hábitos de estudio.
Los resultados, si bien muestran que los jóvenes valoran positivamente las TIC y se sienten atraídos por ellas, ponen de manifiesto que, a la hora de estudiar y hacer sus tareas escolares, los alumnos encuestados prefieren mayoritariamente el libro en papel frente al libro digital en el ordenador.

Estas observaciones, tomadas con la cautela necesaria por las caracterísicas del estudio restringidas a un solo centro, parecen estar en sintonía con apreciaciones vertidas en otras fuentes. Las coincidencias ponen de manifiesto el diferente comportamiento observado entre bloques de edad de las generaciones que se denominan nativos digitales; según ello, los adolescentes navegan aún entre dos aguas frente a los niños, que presentan un nivel mayor de inmersión en la esfera digital.
En este sentido se comentaba el avance de los datos del informe sobre el trabajo con niños y jóvenes del proyecto Territorio eBook de la Fundación Germán Sánchez Ruipérez en el artículo "La generación digital que ama el papel", aparecido en Público. Luis González, director general adjunto de la Fundación, afirma en él que "En momentos de ocio, los que tienen 14 y 15 años se decantan por el papel. Sin embargo, los pequeños leen por ocio también en soporte digital. Esto se debe a que tienen la pantalla mucho más interiorizada".
Los inconvenientes que los alumnos de la ESO encuestados señalan respecto del trabajo en sus netbooks responden a diversas consideraciones, como el tamaño de la pantalla, las limitaciones a la hora de subrayar, los fallos de conexión a internet o la lentitud de carga de los libros digitales. Estas dificultades son la causa de que afirmen que los dispositivos electrónicos resultan más incómodos para estudiar o hacer los deberes, lo que les lleva a combinar el libro digital con cuadernillos y resúmenes de papel o a utilizar directamente copias impresas de los documentos de estudio.
Por otra parte, Pere Marquès, profesor titular de Tecnología Educativa del Departamento de Pedagogía Aplicada de la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB) y director del Grupo de Investigación "Didáctica y Multimedia" (DIM-UAB) y de la revista DIM (Didáctica, innovación, Multimedia) ha comentado el artículo aparecido en La Vanguardia en su blog Chispas TIC y Educación.
Marqués precisa que si bien hoy resulta imprescindible que los estudiantes adquieran las competencias digitales, advierte que si no hacemos las cosas bien, aunque tengamos las TIC en el aula no conseguiremos ni la adquisición de las competencias digitales por parte de los estudiantes ni las mejoras en sus aprendizajes. El docente sugiere, en Primaria y ESO, "para empezar un uso mínimo de los netbooks de un treinta por ciento del tiempo semanal de clase" y asegura que "queda mucho tiempo para seguir haciendo las actividades sin TIC que nos van tan bien y especialmente lectura de libros, expresión oral, razonamiento, cálculo mental...".
En cuanto a los inconvenientes sobre el uso del netbook que detallan los alumnos encuestados y la opción de recurrir a materiales auxiliares, Marqués no sólo se muestra de acuerdo sino que destaca que "uno de los principios de la Didáctica aboga por la utilización de múltiples recursos para facilitar los aprendizajes de los estudiantes, ya que así se puede dar mejor respuesta a sus necesidades formativas particulares y se puede atender mejor a sus diversos estilos cognitivos y de aprendizaje".
Respecto del principal resultado de la encuesta, relacionado con la preferencia de los estudiantes por el libro de papel para estudiar, Marqués está con los alumnos, ya que "si los exámenes son memorísticos, dado que no tenemos datos significativos que indiquen que el uso sistemático de los ordenadores contribuya a mejorar la memoria a largo plazo, parece que efectivamente el libro de papel puede ser mejor: lo podemos llevar a todas partes, subrayar y consultar en cualquier momento, nos destaca la información que debemos memorizar y nos la explica..."
Asimismo señala que "si hacemos un uso sistemático de los recursos que aportan los libros digitales (vídeos, simulaciones, ejercicios autocorrectivos...) las cosas pueden cambiar. Uno de los principios de la Didáctica –añade– es la ley del ejercicio: si se hacen más ejercicios (con motivación, claro), se aprende más. Y los libros digitales, en Primaria y ESO –aclara–, facilitan realizar muchos más ejercicios (corrección automática e informes de actividad de los alumnos), además de realizar los ejercicios en papel, debates... que el profesor considere".
Cabe recordar que, en el contexto del programa Territorio eBook, la Fundación Germán Sánchez Ruipérez, puso en marcha la experiencia "Dedos: tabletas digitales en el aula", en el CEO Miguel Delibes de Macotera (Salamanca), para investigar las ventajas y aplicaciones de la tableta digital en el proceso educativo. En la innovadora experiencia participan veintitrés alumnos de 5º y 6º de Primaria y de 4º de la ESO y cuatro profesores del CEO Miguel Delibes de Macotera (Salamanca) y se extenderá hasta finales de junio de 2011.
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