Un estudio realizado sobre un total de mil setecientos alumnos de ESO de toda Cataluña revela que aquellos que utilizan libros digitales han mejorado su ortografía en un veinte por ciento de media durante el tiempo que duró el trabajo sobre aquellos que utilizan métodos tradicionales.
Investigadores de la Universitat Autònoma de Barcelona, la Universitat Ramon Llull y el Centre de Tecnologies Ituarte (CETEI), de la Fundació Joan XXIII, realizaron el estudio durante el último trimestre del curso académico 2010-2011 como parte de una macro investigación que se prolongará durante varios años y que abordará la relación entre progresión académica y uso de nuevas tecnologías en la escuela.
El estudio, que ha sido dirigido juntamente por Pere Marquès, profesor de la UAB, y Miquel Àngel Prats, profesor de la Ramon Llull y del CETEI, indica que las tecnologías de la información y la comunicación (TIC) aplicadas a la educación pueden ayudar al alumno a mejorar sus resultados académicos.
Según la nota de prensa, la primera fase del estudio se ha centrado en la ortografía que, junto con la comprensión lectora, es una de las asignaturas pendientes de nuestro sistema educativo, según ponen de manifiesto regularmente los Informes PISA de la OCDE.
Al respecto, la progresión en cuanto a la mejora de la ortografía en alumnos que emplean contenidos multimedia ha alcanzado el cincuenta por ciento, lo que significa que han cometido la mitad de errores en la prueba final que en la inicial.
Paralelamente –añade el comunicado–, en los centros que no han usado las TIC la mejora ha sido mucho menor (3,9 por ciento), aunque no estadísticamente significativa. "Las peculiaridades de los contenidos digitales, más atractivos e interactivos que los métodos tradicionales –subraya–, hacen que el aprendizaje resulte más motivador para el alumno.
De los mil setecientos alumnos que han formado parte del estudio, la mayoría son de 1.º de ESO y han estado divididos en dos grupos: uno ha trabajado durante dos meses las reglas ortográficas siguiendo el método tradicional, y el otro lo ha hecho mediante contenidos digitales. Ambos grupos realizaron un examen sobre ortografía al inicio del estudio y una segunda prueba al cabo de dos meses.
Según los responsables de la investigación, "el estudio pone de relieve que no basta con que las aulas cuenten con la tecnología adecuada –ordenadores y pizarras digitales–, sino que son indispensables unos contenidos educativos adecuados".
"También es imprescindible –indican– que el profesorado haya recibido la formación necesaria para utilizar las herramientas que le permitan aprovechar el valor añadido de las TIC".
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