Barnes & Noble planea cerrar veinte tiendas al año durante los próximos diez años, según comunicó Marshall Klipper, director adjunto de las ventas al por menor de la compañía a The Wall Street Journal (WSJ). Ahora mismo este grupo editorial tiene unas seiscientas noventa librerías repartidas por los Estados Unidos. Con esta reducción anual, se prevé que el número de establecimiento descienda a unas quinientas.
El TWSJ señaló que la cadena había cerrado una media de quince tiendas al año en la última década, pero que hasta 2009 estuvo abriendo treinta o más al año. Esto le hace pensar a Laura Hazard Owen, tal y como ha explicado en un artículo publicado en PaidContent, que esta entrevista con el TWSJ es una forma indirecta que ha elegido la compañía para informar a sus inversores de que tiene un plan.
Así parece confirmarlo Mary Ellen Keating, portavoz de la empresa, cuando explica que durante 2012 la compañía abrió dos prototipos de librerías y en este 2013 espera probar más. “Barnes & Noble –dijo– cuenta con localizaciones privilegiadas y su equipo directivo se manifiesta comprometido a seguir con el concepto de venta al por menor por mucho tiempo”.

B&N se siente amenaza por el cambio que se está experimentando en la compra de libros y la importancia que está alcanzando Amazon, explica Laura Hazard Owen en su artículo. Sus lectores electrónicos y tabletas se enfrentan a una dura competencia en un mercado dominado por los eReaders Kindle y las tabletas baratas que han lanzado Google y Apple entre otros.
La compañía acaba de dar a conocer sus cifras de las ganancias obtenidas durante las vacaciones de Navidad, y no son muy alentadoras. Uno de sus planes, informa Hazard Owen, es escindir sus tiendas Nook y las de material académico para crear una unidad separada que se llamará Nook Media en colaboración con empresas como Microsoft y Pearson.
Para finalizar, la periodista recuerda el momento en el que Borders, la segunda cadena de librerías más importantes de los EE.UU., se declaró en banca rota y se liquidaron todas sus tiendas. En ese momento, todo el mundo pensó que B&N sería la empresa que más se beneficiaría. Pero parece que con el tiempo no ha sido así –comenta–, y los clientes decidieron pasarse mayoritariamente a la opción de compra online de Amazon.
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