El pasado sábado 1 de junio finalizó la BookExpo America 2013 (BEA) que se celebró desde el 29 de mayo en el Javits Center en Nueva York. Uno de los consensos a los que llegaron la mayoría de sus participantes fue la aparente estabilidad que empieza a imperar en la industria editorial. Aunque eso no impide que sigan apareciendo serias dudas sobre el futuro del sector.
El ritmo de cambio parece haberse ralentizado, comenta Jim Milliot en un artículo publicado en Publishers Weekly, y esto hace posible que libreros y editores vean alguna posibilidad de hacer planes de futuro. Pero esta idea no fue compartida por todos los asistentes a esta feria, ya que algunos libreros manifestaron su escepticismo sobre si los editores conseguirían hacer de los libros electrónicos una parte importante dentro del negocio de las librerías.
Este año, continúa el periodista, la presencia digital aumentó y según manifestaron los encargados ejecutivos de esta feria, más de doscientas empresas nuevas se inscribieron para poder estar presentes este año.
Los grandes grupos editoriales siguieron la tónica de años pasados y sus expositores fueron prácticamente idénticos. Sin embargo, señala Milliot, uno de los temas que más ruido generó en la feria fueron las dudas que giraban en torno al futuro de la editorial Barnes & Noble, ya que para alguno de los asistentes, el grupo editorial corre el peligro de quedarse fuera del negocio en un futuro no muy lejano.
El número de clientes que asistieron a esta feria fue destacable en los primeros dos días de la exposición, añade Milliot, incluso un número de medios independientes manifestaron su satisfacción con el tráfico que había generado la exposición este año. Sin embargo, la naturaleza de los negocios ha cambiado, ya que ahora las reuniones se realizan de sol a sol y con grandes cuentas y sin la necesidad de que los libreros se dejen caer por ahí, apunto Muro Magruder gerente de ventas y marketing en la New World Library.
Para finalizar, concluye el periodista, hubo un acuerdo generalizado de que la industria todavía necesita lugares de encuentro como la BooExpo America para reunirse por lo menos una vez al año, pero quizá, apunta, haya que replantearse cómo deberían ser las siguientes.
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