La Biblioteca Pública de Nueva York ha inaugurado la retrospectiva multimedia The ABC of It: Why Children´s Books Matter en la que se exponen más de doscientos cincuenta libros, obras de arte y objetos que tenía la biblioteca acumulados de exposiciones pasadas. Leonard S. Marcus, curador de la muestra, explica en un artículo de Matia Burnett publicado en Publishers Weekly en qué consiste esta exposición.
Lo que Marcus ha realizado es una búsqueda intensiva con la idea de localizar y organizar aquellos “cacharros” que demostrarían que los libros infantiles han evolucionado y transformado de forma paralela el concepto que ha ido manejando la sociedad sobre el mundo de los más pequeños.
En la muestra es posible encontrar una instalación que presenta a una Alicia en el país de las maravillas cuyo cuello se alarga y se acorta, una copia del coche de Milo de la obra de Norton Juster The Phantom Tollbooth [La caseta mágica] o una instalación dedicada al libro Donde viven los monstruos, de Maurice Sendak.

Foto de Jonathan Blanc
La organización de esta retrospectiva, que abrió sus puertas el 21 de junio y permanecerá hasta el 23 de marzo de 2014, en la que se combinan la línea de tiempo dentro de la literatura infantil con elementos más conceptuales, crea un marco accesible que pone de relieve ciertas relaciones y conexiones. Además de distintos elementos e instalaciones artísticas, los visitante podrán ver una edición de las Fábulas de Esopo de 1666, el manuscrito original de la obra de Frances Hodgson Burnett The Secret Garden [El jardín secreto] o uno de los primeros números publicados del artista japonés Hokusai.
Otro de los aspectos que se ha querido rescatar es la forma en la que los niños han ido adquiriendo los libros a través de la historia, así por ejemplo los primeros títulos infantiles estaban personalizados y en su mayoría hechos a mano. Por último también se presenta un acercamiento a los cómics y a libros clandestinos recopilados de todas las partes del mundo y que en su momento estuvieron censurados.
Marcus, para finalizar, explica que el principal impulso que le llevo a crear esta exhibición es la de establecer conexiones significativas entre aquellos libros rotos que los lectores los observan como si fueran tesoros de la infancia y su valor como canales para mostrar la historia de la literatura y el arte. |