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Gabriela Adamo, directora ejecutiva de la Fundación El Libro y de la Feria del Libro de Buenos Aires, cree que en los próximos años se alterará lo que entendemos por autor y por editor. Sostiene que "los diseñadores tendrán que adaptarse a nuevos retos y los libreros deberán poner todo su esfuerzo en revalorizar su lugar simbólico como mediadores culturales más que simples despachantes de mercancía".
Estas declaraciones forman parte de una consulta de LecturaLab sobre sus predicciones para 2014 acerca del papel que jugarán en el acto de leer los nuevos escenarios creados a partir de la irrupción del libro digital y la influencia que ejercerán las nuevas tecnologías en el comercio del libro, las bibliotecas y la industria editorial en general.
Esta ejecutiva, con una previa trayectoria editorial, considera que eso ocurrirá porque "los cambios tecnológicos ya están afectando la estructura industrial y el modelo comercial de la producción de libros".
"Lo más difícil de prever –en su opinión– es cuáles serán los cambios que las nuevas modalidades de lectura (en línea, salteadas, en paralelo con varios otros textos y actividades, sin el contexto “contenedor” del libro a la vieja usanza) generarán en el cerebro humano, algo que las neurociencias recién están comenzando a investigar".
Adamo también cree que en ese aspecto "está el mayor desafío de todos los que trabajamos en torno a la promoción de la lectura: más allá de los cambios en la industria y en el negocio, lo más importante es que sigamos cuidando, estimulando y transmitiendo el valor de la lectura como la gran puerta de acceso a un mundo con más sabiduría, imaginación, tolerancia y riqueza para todos".
Adamo dirige una feria que se ha convertido en una referencia internacional gracias al programa profesional y cultural que ofrece un debate y una plataforma para la presentación de las ideas más innovadoras en el panorma del libor en español.
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