Según la directora de Odilo, "las bibliotecas, que durante siglos han sido facilitadoras de la lectura, tienen un papel muy sustancial que jugar en este nuevo escenario, en el que sus funciones no han cambiado, aunque sí quizá la forma de ejecutarlas: seleccionar para su público objetivo, adquirir los nuevos ejemplares digitales, catalogarlos de nuevas maneras que permitan ofrecer nuevas rutas de ocio y conocimiento en la red, ponerlos a disposición de ese público, dinamizarlos...".

 

En ese sentido, también considera que, además, "nuevas funciones o funciones que hasta ahora se consideraban secundarias emergen para reactivar el rol de la biblioteca también como editora y distribuidora de materiales digitales, tanto de los que ya posee y se encuentran en el dominio público como de aquellos otros que creativamente pueda generar". En su opinión, "la tecnología lo permite; los costes también; y el ciudadano quiere leer en digital". Por todas esas razones, para Lourdes Gutiérrez "2014 será sin duda el año en el que las bibliotecas se llenen de e-books dispuestos a ser leídos".

 

Odilo representa un esquema para la gestión de la colección digital de las bibliotecas que está penetrando como una vía "amigable" para el profesional de la biblioteca pública y neutro en cuanto a compromisos con plataformas cerradas.