Joseph Esposito, habitual colaborador de Scholarly Kitchen, se plantea en un artículo la posibilidad de que alguna empresa le pueda hacer frente a Amazon en el mercado del libro. Aunque reconoce que va a resultar muy difícil que alguien le haga sombra al gigante minorista, ve alguna posibilidad de que aparezca otro gran minorista de la industrria editorial o incluso de la rama tecnológica.

En primer lugar, Esposito reconoce el poder de la empresa, pero también recuerda a aquellos que la acusan de ser la compañía más agresiva en la industria editorial, que en el pasado también se han dado prácticas brutales en el sector e incluso les lanza la siguiente frase, no ausente de cierta ironía: ¡Bienvenidos al mercado libre!
En segundo lugar, advierte a las editoriales de que es en el sector académico en el que el gigante empresarial tiene una mayor presencia y le sorprende que ninguna editorial universitaria lo mencione. Cuando se centra en las cuotas de mercado de los libros, Esposito no presta tanta atención a la diferencia entre libros impresos o electrónicos, ya que ahí es donde Amazon gana la partida al ser líder en venta de libros en cualquier formato; en su opinión la cuestión es saber dónde se compran esos libros, si en tiendas físicas o en línea.
Tiene claro que ser un rival de Amazon no es tarea fácil, pero cree que la presión le llegará a la compañía de Seattle desde tres frentes distintos:
Desde el interior de la industria editorial. Para Esposito la única empresa que puede hacerle frente es Penguin Random House (PRH) ya que controla la mitad de los libros más vendidos, que son en definitiva los que impulsan la edición. Es el grupo editorial más grande en estos momentos –informa Esposito– y podría crear su propia librería en línea, incluso invitar a otros editores a añadir sus títulos. Se trataría de una empresa de marketing directo que podría hacer mella en la cuota de mercado de la empresa de Seattle.
Desde otro gran minorista. Cuando Esposito piensa en otros grandes minoristas, se refiere a Wal-Mart y Target. La razón principal por la que estas empresas podrían querer meterse en el mercado del libro, sería –opina Esposito– para atacar a Amazon. Confiesa que le resultaría interesante ver la reacción del gigante si por ejemplo una de ellas adquiriese Barnes and Noble y se crease así una enorme red de librerías físicas.
Desde la industria tecnológica. ¿Qué pasaría si empresas como HP o Xerox decidiesen utilizar un servicio como escaparate de sus tecnologías? Las herramientas de comercio electrónico están disponibles y ya no suponen las dificultades de hace años. La distribución de ediciones impresas se pueden realizar con acuerdos con Ingram y Baker & Taylor. Los dispositivos pueden se de marca blanca y fabricarse en Corea. Las aplicaciones de lectura están disponibles a partir de un número de equipos. Por lo que Esposito cree que la “arrogancia” que ha demostrado hasta ahora Amazon podría llevar a la aparición de una mayor competencia.
Por último recuerda a las editoriales que la lucha no está en las condiciones de venta cuando se le quiere hacer frente al minorista, ya que aunque unas quieran vender libros y conseguir un beneficio, la empresa de Seattle centra su atención en adquirir nuevos clientes, aumentar la cuota de mercado y conseguir más datos sobre los consumidores.
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