Colleen Devine Ellis, exgerente de publicidad en Barnes and Noble y en The University of Texas Press y asesora literaria, ha publicado un artículo en Publishing Perspectives en el que defiende la importancia de los libreros y los bibliotecarios en la vida de un escritor. Los primeros por ser creadores de tendencias en la industria editorial y estar en contacto directo con los lectores y los segundos por ser los “guerreros de la alfabetización”.

Según esta asesora literaria estos dos profesionales tienen un valor incalculable para los escritores.

En el caso de los libreros, estos son capaces de influir en ese público objetivo que está dispuesto a comprar libros mediante las exposiciones que realizan en las librerías, sus boletines o sus recomendaciones de lectura.

Si un autor quisiera crear un encuentro, una librería podría ser el mejor sitio y el librero su mejor asesor, ya que conoce a su público y puede sugerir algo más que una lectura tradicional del libro y la correspondiente firma de ejemplares.

Los bibliotecarios están constantemente monitoreando los intereses de su comunidad y saben cuáles son sus gustos y preferencias. Apoyan a los escritores locales y cuando un libro está en una de sus estanterías, ya forma parte de la colección y no se va a devolver a la editorial, “algo que podría ocurrir desde una librería pasados unos meses”.

Ambos –señala– tienen su propias organizaciones profesionales y conferencias en las que se ofrecen oportunidades para los escritores y en las que se habla de sus obras a audiencias interesadas y comprometidas. Además –añade– tienen sus propias publicaciones en la que se debaten y promueven títulos.