La respuesta de editores y minoristas ante la creciente tendencia de leer en smartphones y tabletas es el desarrollo de apps, que funcionan en determinados sistemas operativos como Androi o iOS. Pero, ¿por qué no publicar libros electrónicos para ser leídos en el navegador web, en formato html o xhtml? Esta es la cuestión que plantea Derrick Schultz, diseñador y desarrollador especializado en libros digitales.
Las ventas de tabletas y teléfonos móviles están superando a las de los lectores de libros electrónicos y el smartphone está emergiendo como dispositivo lector. No solo en los países en vías de desarrollo, donde en ocasiones es el único soporte de lectura digital o el más conveniente, sino también en los países desarrollados. Recientemente se conocieron los resultados del estudio de Publishing Technology sobre la lectura, que desvelan un hábito creciente de lectura en el teléfono móvil en Estados Unidos y el Reino Unido.
Según Schultz, en un articulo que la baza indiscutible del formato html frente a las apps es que se puede leer en cualquier navegador, y todos los dispositivos electrónicos —tabletas, smartphones y ordenadores— incluyen uno, solo hay que conocer la URL de acceso. Sin embargo, el desarrollo de apps es más complejo y hay que producir una versión diferente para cada sistema operativo. Por otra parte, los navegadores web son mucho más potentes que los lectores de libros electrónicos más sofisticados, explica Schultz.
¿Por qué invertir esfuerzos en editar libros electrónicos en formato web, cuando ya hay otros formatos, como el ePub? Los beneficios son varios, indica Schultz: acceso ubicuo al libro, optimización en motores de búsqueda –lo que incrementa la descubribilidad–, mejor control del diseño y mejores sistemas de analíticas de uso.
Pero también hay algunos obstáculos que los editores deben resolver, avisa Schultz: aún quedan por superar algunas cuestiones sobre las interfaces y la experiencia de usuario y aspectos técnicos como la lectura offline o las marcas de los puntos de lectura. Por otra parte, hay que establecer un sistema de comercio electrónico y atraer a una audiencia de lectores –dice.
Existen dos métodos para llevar los libros electrónicos a la web, explica Schultz. La más sencilla consiste en descomprimir el fichero ePub, que consiste en varios documentos XML comprimidos en formato .zip. y colgarlos en un servidor web. Sin embargo, esta no es la mejor opción para los lectores ni para el editor, por cuestiones de diseño y navegación. La segunda opción está en utilizar un gestor de contenidos (CMS por sus siglas en inglés, Content Management System), que tiene la ventaja de que un mismo contenido puede tener salida en diretentes formatos. Éste es el método que siguen PressBooks o Creatavist, entre otros.
Este diseñador considera que todos los esfuerzos que están realizando las editoriales en poner en marcha tiendas online de libros electrónicos directos al consumidor son estériles si no se presta atención a la lectura basada en la web. Editar libros para ser leídos directamente a través de la web devuelve un poco de poder a los editores, opina Schultz: «Tus lectores son tus lectores cuando leen un libro en tu sitio web».
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