La preservación del pasado no trae beneficios para las empresas, recuerda Baio, y este es, admitámoslo, el objetivo último de toda compañía.

Google Groups, un servicio de grupos de discusión que nació en 2001, incorporó para su consulta pública los archivos Deja, adquiridos por Google, que contenían conversaciones del antiguo servicio Usenet desde 1981. En la actualidad, Google Groups está «muerto para propósitos de investigación», afirma Baio, pues no hay ninguna manera de realizar búsquedas por fecha.

 

En 2004 Google se propuso escanear la cultura escrita y para ello trabajó en colaboración con las bibliotecas, recuerda Baio. Por otra parte, el archivo de Google News publicó noticias históricas de hasta doscientos años de antigüedad y en 2008 comenzó a escanear la prensa no disponible hasta entonces en formato digital.

 

Ahora esos proyectos están «completamente abandonados». Google se enfrentó a varias demandas, acusado de querer apropiarse de las obras huérfanas y recortó sus esfuerzos por escanear las obras escritas. Tanto el blog como la cuenta oficial en Twitter de Google Books no son actualizadas desde hace años, señala Baio.

 

Afortunadamente, existen otras iniciativas encargadas de la preservación de la cultura en Internet. El mejor ejemplo de ello es Internet Archive, que almacena copias de las páginas de internet desde 1996 y constituye una fuente de investigación esencial sobre este medio. Internet Archive guarda también libros, vídeos, los archivos Prelinger —una importante colección de películas, grabaciones de audio y audiolibros— y ahora también una importante colección de software histórico y vintage.