Lo que en las últimas décadas hemos estado llamando World Wide Web [red informática mundial] en realidad no es mundial. Cuatro mil millones de personas –más de la mitad de la población del planeta–, siguen desconectadas. No tiene email, ni Wikipedia.
Es la opinión de Kosta Grammatis, ex ingeniero de SpaceX y actualmente corresponsal en tecnología en Al Jazeera, que en un artículo titulado "La web como derecho. El uso de internet no es justamente un lujo" defiende la idea de que internet es más que Wikipedia y email y afirma "que el acceso a internet debe considerarse como un derecho humano básico".
Grammatis hace seis años creó una organización no lucrativa llamada A Human Right [Un derecho humano] para ayudar a conectar a los desconectados, cuando no era un tema dominante. El experto subraya que sin embargo ahora Mark Zuckerberg, Elon Musk, Google, y Richard Branson [los líderes de las redes sociales] están todos trabajando para asegurar que la web sea de hecho mundial.
En su opinión, quienes redactaron en 1948 la Declaración Universal de los Derechos Humanos obviamente no pudieron predecir la existencia de internet o de lo que significaría para la humanidad, pero cree que si la Declaración se escribiera hoy "lo más probable es que incluiría el acceso a internet".
Para Grammatis esto no quiere decir que deba esperarse que los gobiernos o los contribuyentes proporcionen acceso a internet a todos en todo el mundo. "Lo que significa –apunta– es que debemos proteger el acceso de los que lo tienen, y estimular su expansión a las personas no lo tienen. Esto supone –afirma– que un gobierno que intenta restringir, impedir o eliminar el acceso a internet está violando los derechos humanos básicos de sus ciudadanos".
"El mundo en línea permite a muchas cosas de la ONU considera derechos humanos, como la educación y la libertad de expresión. En Kabul, Afganistán –subraya–, cientos de mujeres afganas jóvenes han sido envenenadas por asistir a la escuela y castigadas por expresarse". Grammatis agrega que, sin embargo, se ha abierto un pequeño cybercafé, solo de mujeres, financiado parcialmente por donaciones, lo que, en efecto, "ha restaurado sus derechos a la educación y a expresarse".
Grammatis cree que internet otorga una perspectiva global a nuestras vidas y de hecho, el acceso a internet hace que las personas formen parte de una ciudadanía global que les ofrece la posibilidad de colaborar, aprender, interactuar y sentir empatía con el resto de la humanidad.
En su opinión, internet es el único lugar donde todas las personas pueden encontrarse en igualdad de condiciones para participar en la sociedad digital global que configura nuestro mundo. "Sin acceso, los desconectados no tienen voz en el proceso, y el mundo se mueve sin ellos y, en cambio, con acceso pueden tener un impacto global" –apostilla Grammatis. |