A continuación reproducimos la entrevista realizada por el diario Público el 2 de febrero de 2011 a Germán Sánchez Ruiperez, creador de esta Fundación, en la cual se contiene una adecuada síntesis de las líneas de pensamiento más estratégicas de la institución, una interpretación de la realidad de la lectura en nuestro tiempo y la orientación que se ha definido para el futuro trabajo de la Fundación Germán Sánchez Ruipérez.

1.- Toda su vida ha estado ligada al mundo de los libros, como librero y como editor. Y, aún así, o quizá precisamente por eso, su fundación ha abrazado la idea de que la importancia de la lectura está por encima del soporte con un entusiasmo poco común en el mundo editorial español. ¿Por qué cree que a la industria editorial le está costando tanto apostar por la lectura en del entorno digital?

Yo confío plenamente en la industria editorial española.  Sin duda, es uno de nuestros patrimonios  más admirables, embajadora en el mundo de nuestras lenguas y nuestras culturas. Y responsable de una calidad y diversidad en la edición como muy pocos otros países pueden exhibir.
A lo largo de nuestra historia reciente como editores, no han sido pocos los cambios que hemos tenido que asumir. ¿ Sabe que, antes que ninguna otra industria, fue la editorial la que en España introdujo la informática entre sus herramientas habituales de trabajo? No me cabe duda de que también ahora sabrá adaptarse sabiamente al nuevo contexto, por dificultoso, convulsivo y complejo que éste sea . Porque , que nadie piense que la migración a la que estamos asistiendo es una travesía sencilla o insignificante : todo lo contrario. La edición digital, y cuanto ella significa, es la transformación mayor que va a vivir el sector editorial en el mundo desde la aparición de la imprenta.
Toda la arquitectura editorial habrá de definirse de nuevo. Las empresas tendrán que asumir nuevos patrones de negocio. La copia perderá su valor de unidad de medida universal del sistema y todas las relaciones y los integrantes del ecosistema editorial se verán alterados.
¿ Un cambio que hemos de vivir como una pérdida, como un retroceso? En absoluto. Estamos en los albores de una época que, para el editor, viene cargada de posibilidades extraordinarias, tan sugerentes como estimulantes.
¡¡¡¡Qué horizonte tan apasionante se dibuja !!! 

2.- ¿Cree que Internet representa algún peligro para el libro?

Yo creo que todo lo contrario.
Para el libro en su formato tradicional – cuya vida perdurará más de lo que algunos pregonan- será siempre un auxiliar excepcional, pues, gracias a internet, puede hacer visible su existencia a la práctica totalidad de sus potenciales lectores.
Y para la edición y distribución digital de los contenidos, porque supone un reto que activará nuestra capacidad de respuesta ante lo desconocido. Es el momento de innovar, de olvidar las viejas rutinas y asumir los retos con la decisión de quien se sabe con posibilidad de superarlos. Y la edición española está preparad para ello.
Para el editor, internet supone mucho más ganar que perder. Internet no niega nada de lo que hasta ahora hemos hecho. Lo redimensiona y, al mismo tiempo, lo dota de nueva naturaleza. Lejos de oponerse a él, internet consolida y proyecta al infinito el sueño de Gutenberg: la posibilidad de que una obra alcance una difusión casi ilimitada.
Eso sí, el nuevo territorio exigirá una nueva cartografía. Cambiará el modelo de negocio.El texto dará paso al hipertexto.La palabra convivirá con nuevas fuentes de información. Se modificarán las relaciones del editor con el autor, el distribuidor,el punto de venta...
Y, en mi opinión, ¿ sabe quién será uno de los protagonistas principales de semejante revolución? Pues el propio lector, que ahora adquirirá – antes, durante y después de todo el proceso -una función muy diferente a la tradicional, una nueva posición jerárquica.
El lector ya no será sólo un cliente o un mero consumidor. Antes bien, formará parte de la propia cadena de valor de la propuesta. Intervendrá en ella, incluso modificándola , adaptándola permanentemente a sus preferencias y necesidades. Convirtiendo a la lectura en mucho más que una destreza, en todo un ejercicio de creación.
Por eso reivindico su necesidad y presencia. Para que surja el arte de leer, indisociable del de escribir o editar.

 3.- Su Fundación ha investigado a fondo el fomento de la lectura. ¿Es optimista respecto de la situación española?

Tanto como lo reflejan las conclusiones coincidentes a las que llegan los diferentes estudios que , al respecto, se han realizado en nuestro país y que vienen a evidenciar que en España se ha producido un proceso de transformación cultural verdaderamente asombroso.
En apenas cincuenta años, hemos pasado de ser una nación masivamente analfabeta a cosechar índices de lectura que empiezan a ser comparables con los de los países punteros de nuestro entorno, muchos ellos – no lo olvidemos- producto  de un acceso pleno a la lectura  alcanzado  hace  siglos.
Y como muestra evidente de la transformación a la que aludo, miremos lo que ha ocurrido en nuestra red de bibliotecas públicas. Yo recuerdo las de mi infancia: lóbregas, inhóspitas, escuálidas en su oferta bibliográfica, incapaces de generar el más mínimo interés... Hoy todo ha cambiado diametralmente .De las bibliotecas de la tiniebla y el silencio coercitivo hemos pasado a las bibliotecas de la luz y el eco de la vida. Los propios edificios en que muchas de ellas se albergan son verdaderamente modélicos. Sus colecciones – aunque siempre necesitadas de mejorar – más que estimables. Y la atención y variedad de los servicios prestados por  los profesionales que las gestionan, ciertamente ejemplar. De ahí que los ciudadanos las frecuenten como nunca antes lo habían hecho: más de cien millones de visitas cosechadas en el pasado año… Y que las califiquen como la institución cultural más prestigiada y eficaz.
 Esa es la línea a seguir, con especial atención a las nuevas manifestaciones lectoras que, derivadas de las nuevas formas de transmisión de la información, aún enriquecerán más la necesidad y valor de la lectura.

4.- ¿Se lee cada vez menos y cada vez peor? ¿Por qué? ¿O no, o usted cree que esa interpretación apocalíptica no se corresponde con la realidad?

Pero, ¿ en qué se fundan los que mantienen semejante visión catastrofista?
Desde luego, lo que indican los datos es exactamente todo lo contrario. Nunca en España se leyó más y mejor que ahora.  Especialmente entre nuestros niños y jóvenes. Y  entre nuestra población femenina…Créame: en términos lectores, el avance operado en los últimos veinte años ha sido realmente espectacular.
¿ Significa eso que hayamos llegado ya a la condición óptima? Desde luego que no. Y, como ocurre en el ascenso a  la montaña, los metros que conducen a la cima serán siempre los de mayor dificultad.
Para conseguir alcanzar la meta debemos de mantener e incrementar el esfuerzo realizado. Sólo así lograremos que la lectura sea un derecho al que todos los ciudadanos puedan acceder en igualdad de oportunidades. Vivan donde vivan. Trabajen donde trabajen…Porque la lectura es progreso, prosperidad , desarrollo, no lo dude. Los países punteros del mundo lo son también en comportamientos lectores. Y es que la lectura es el mejor índice de la calidad educativa y cultural de un pueblo. Y un país vale, sobre todo, lo que vale su educación, lo que vale su cultura.

5.- Usted ha conocido no menos de una decena de reformas educativas durante la democracia, todas aparentemente profundas, muy pensadas y definitivas ¿Han ido en el camino adecuado? ¿Por qué?

Todas las reformas han  aportado indudables beneficios. Unas han tenido que ver con la extensión de la educación a la totalidad de la población ( un verdadero logro que, con frecuencia, no valoramos como se debe); otras, con la necesaria reorganización y definición del currículo... Creo que la que ahora más necesitaríamos sería aquella que incidiera fundamentalmente en los aspectos metodológicos, en la modernización y actualización del modo de enseñar. Y de aprender.
La escuela no puede ser ajena a lo que significa el cambio imparable que vivimos en el modo de acceso y construcción de los contenidos. Por el contrario, debiera de ser ella la que liderara semejante proceso, pues la educación ha de estar siempre aliada con el futuro.Y buena parte de cómo sea ese futuro dependerá del modo en que en la escuela nos prepare para afrontarlo. Hoy en día es fundamental no sólo asimilar unas nociones básicas, sino saber cómo llegar a ellas, cómo iluminarlas desde diferentes fuentes de información, cómo comprobar su veracidad...
Pero el sistema educativo nos debe aportar algo todavía más estratégico: la eterna curiosidad por aprender, el disfrute del saber; la ilusión de seguir formándonos durante toda la vida no como una imposición dolorosa y obligada sino como el mejor modo de disfrutar y enriquecer  una realidad  en la que, como decía el filósofo, todo fluye, todo cambia…¡ Y a qué velocidad!

6.- ¿Es suficiente la atención que recibe la lectura en la enseñanza en España?

Hemos avanzado, sin duda, pero aún nos queda mucho camino por recorrer.
La lectura es fundamental para cualquier proceso educativo. Es más, sin ella, en esta sociedad de la información en que vivimos, aprender se vuelve casi imposible. La información sólo se vuelve conocimiento a través de la lectura…
Porque leer es observar. Leer es interpretar. Comprender. Valorar. Asimilar . Y compartir.
O dicho de otro modo: vivir no es sino un ejercicio permanente de lectura. Cuando hablamos con alguien estamos leyendo su entonación, sus palabras, sus gestos… Y “leemos” cuando contemplamos un cuadro. O cuando escuchamos una Música.
Por eso me gusta decir que leer es encontrar un lugar en el mundo; una manera extraordinaria de existir.
Si coincidimos con mi parecer, también lo estaremos en la necesidad de crear lectores. Personas que sepan, puedan y quieran leer. Una tarea para la que, como diría el profesor José Antonio Marina, “hace falta toda la tribu”. La familia. La sociedad en su conjunto. Y ,de forma especialmente cómplice, el sistema educativo, donde la lectura debiera ser siempre el núcleo desde el que se proyectase todo el entramado del aprendizaje. Por eso hay que seguir impulsando las bibliotecas escolares. Poner al frente de ellas a los profesionales más capacitados. Y hacer que la lectura sea compañera frecuente e inseparable en la educación infantil; en la primaria; en la secundaria; en la formación profesional; en la formación universitaria… A más calidad y diversidad de lectura, más calidad  y diversidad de vida.

7.- El arrinconamiento de las Humanidades en los planes de estudio, ¿es un problema grave para el sistema educativo en general?

Personalmente lo vivo como una pérdida lamentable. Y no sólo por lo que las Humanidades enseñan, sino, y sobre todo, por lo que impregnan, por lo que contagian. Su postergación es uno de los dramas educativos más sangrantes de nuestro país, del que nada bueno puede derivar, máxime cuando ahora, en esta sociedad hipertecnologizada, la perspectiva humanizadora se vuelve imprescindible, aunque sólo sea por su efecto equilibrador..
Por otra parte, en nuestra contemporaneidad, Ciencias y Humanidades no pueden ser campos diversos ; menos aún, contrapuestos. Todo lo contrario. Reivindico un nuevo Renacimiento. Un modelo educativo en que se aúnen todas las facetas que necesitamos para nuestro desarrollo integral. La sociedad industrial propició la tecnología, Y ésta siempre debe de estar al servicio del hombre, presente para liberarle de los trabajos rutinarios o esclavizantes, para permitirle desarrollar su entidad de persona. En nuestra historia como país hemos tenido modelos formidables: la Institución Libre de la Enseñanza al frente de todos ellos… Cuán distinta, y mejor, hubiera sido nuestra vida si su propuesta pedagógica no se hubiera truncado…

8.- La Casa del Lector supone una inversión inicial de casi 30 millones de euros para potenciar la lectura y la investigación en torno a ella. ¿Qué les diría a quienes subestiman el valor de las humanidades o de la cultura en la enseñanza porque no arrojan beneficios económicos inmediatos?

Pues que están profundamente equivocados. Hoy sabemos con plena certeza que cualquier proceso de crecimiento económico, para que éste realmente sea  equilibrado, sostenible y duradero, debe basarse en la educación, en la cultura. Es más: el nuevo modelo productivo  al que, como sociedad, hemos de tender es el que se base principalmente en la INTELIGENCIA. Esa es la auténtica energía renovable.
Y ello sólo es posible si tenemos un sistema que la siembre, la cultive, la aprecie y la potencie. Necesitamos ciudadanos que innoven, ciudadanos que transformen, verdaderos emprendedores que den soluciones nuevas a las nuevas preguntas. Con conciencia planetaria. Con sentido de la responsabilidad. Con conocimiento pleno de lo que somos para así poder definir lo que queremos llegar a ser.
A la formación de esa persona quiere contribuir nuestro nuevo proyecto de Madrid, Casa del Lector, como ya lo ha hecho nuestra Fundación a lo largo de sus primeros treinta años de existencia. Sueño con ayudar a la creación de personas libres, con criterio, corazón y razón. Con una visión esperanzada de la realidad. Confiadas en que todo es mejorable. Ilusionadas  por participar. Comprometidas con su mundo. Capaces de aprovechar todas y cada una de las maravillosas  oportunidades que la vida nos brinda…

9.- ¿Cómo recibe la política cultural española a los mecenas que quieren invertir su dinero en acciones culturales?

En el plano personal, me siento extraordinariamente reconocido. Y por ello estoy muy agradecido a cuantas instituciones y personas me manifiestan diariamente su aprecio  a la labor que desde la Fundación vengo, venimos haciendo.
Pero creo que en España necesitamos de un tratamiento al mecenazgo más decidido y generoso. Que la Administración debiera de abandonar definitivamente esa desconfianza que aún existe y fomentar la participación de la iniciativa privada en multitud de campos de nuestra sociedad.
El mecenazgo y, como consecuencia del mismo, las fundaciones son el mejor síntoma de la salud y fortaleza de una sociedad. Cuanto más se impliquen las personas en la responsabilidad cívica, más fuerte y cohesionada estará esa comunidad. Cuanto más cedamos el terreno a la intervención de instituciones que no deriven de la responsabilidad individual, mayor será nuestra debilidad.
Favorecer el mecenazgo, además de un rasgo de inteligencia política, es un síntoma de buena salud social. Las sociedades que propician la participación abierta y comprometida de sus ciudadanos son , a la postre, las más firmes y progresistas. Nos hace falta lo mejor de cada cual para que nuestro mundo prospere. Y el mecenazgo, la filantropía – cuando lo son de verdad – es la forma más generosa, también la más eficaz, de hacer comunidad desde lo mejor de cada uno de nosotros.

10.- ¿Por qué en España no se ha incentivado la entrada de capital privado en la cultura?

Porque, quizás durante demasiados años, se  consideró la cultura como un campo exclusivo de la Administración pública.  Es más: cualquier participación de la iniciativa privada en el mismo se veía con extraordinario recelo.
Yo mismo lo viví – lo sufrí - cuando, en 1981, puse en marcha la  Fundación que lleva mi nombre. No fueron pocos los que acompañaron mi decisión de una reacción de perplejidad o de taimado escepticismo. Los unos porque no entendían que alguien como yo, entonces con 55 años, pusiese en marcha una fundación, que muchos sólo concebían como una creación “post mortem”… Otros, porque jamás creyeron en la objetividad y honestidad de los propósitos que fundamentaban mi determinación: “ ¿ Qué pretenderá sacar?” se preguntaban…
La verdad es que  nos tuvimos  que armar de paciencia y tenacidad para no caer en el desánimo ... Pero, bueno, yo tenía muy claro lo que quería hacer. Y siempre consideré que el tiempo era nuestro aliado.
Luego, al paso de los años, se comprobó que – como en tantos otros casos de fundaciones hermanas y ejemplares – la única intención de nuestra Fundación era la de contribuir al desarrollo de las personas a impulsos de la educación y la cultura, usando la lectura y el libro como instrumento principal de nuestra propuesta.
Y lo hemos conseguido. Hoy nadie duda de la profesionalidad, independencia, dinamismo y utilidad de cuanto hacemos. Y nada me produce mayor orgullo.
Es cierto que, en lo que se refiere al mecenazgo en España, algo empieza a cambiar. Pero aún es insuficiente. Cuando mucho, “toleramos” ,con inexplicable resignación, la participación privada, pero estamos aún muy lejos de solicitarla sin complejos, de favorecerla, de  impulsarla, como envidiablemente, y desde hace tantos años, sucede en muchos de los países a los que tenemos como referencia.

11.- ¿Es tan necesaria la ley del mecenazgo como parece? ¿Por qué?

Porque necesitamos de un marco que regule realmente su acción. Y, además, que definitivamente la defina, para así separarla y distinguirla de otras formas de participación, sin duda legítimas y necesarias, pero que tienen más que ver con la promoción, el marketing o la publicidad.
El mecenazgo debiera siempre orientarse a las labores a medio y largo plazo. A cuanto no está sujeto a la corta aritmética de los calendarios electorales. Incluso a la deslumbrante aparición en los medios de comunicación… Y a aquellas labores que realmente redunden en  beneficio del ciudadano en su conjunto, especialmente de todos aquellos que tienen menos posibilidades de  desarrollo.
Pero además, la creación de esa Ley de Mecenazgo podría alentar algo que me parece aún más importante: el cultivo de una cultura de mecenazgo vivido como una impostergable responsabilidad social, y no como una graciable concesión individual por parte de  quien lo ejerce.
Los que hemos sido tratados por la vida con privilegiada generosidad estamos “obligados” a ese ejercicio orteguiano de restitución del que, por otra parte, proceden las más profundas satisfacciones. Nada hay que me haga más feliz que lo que nuestra Fundación diariamente consigue:  y encontrarme con personas a las que ni conozco, que se acercan cariñosamente a saludarme y a decirme lo importante que para ellos supone  el trabajo que la Fundación realiza. El modo en que aprecian nuestro esfuerzo. La manera en que ya formamos parte inseparable de   sus vidas. Le aseguro que en mi larga trayectoria de empresario, no ha habido  cuenta de resultados ni reparto de beneficios  que me haya hecho más feliz.

Muchas gracias por su tiempo.

Braulio García Jaén y Peio H. Riaño.