|
La columna de opinión de la directora del diario Tribuna de Salamanca, Puri Contreras Pelaz, dedicada a Germán Sánchez Ruipérez con motivo de su investidura como doctor honoris causa por la Universidad de Salamanca, refleja el reconocimiento ciudadano a la trayectoria del empresario y editor salmantino.
"No despiertes, también es nuestro sueño", tituló Puri Contreras Pelaz su habitual columna "Entrepasos" en la edición del 12 de febrero de 2011, en alusión al discurso de Germán Sánchez Ruipérez en el que afirmó que al recibir ese título honorífico creía vivir "un sueño del que nunca quisiera despertar". La directora de Tribuna de Salamanca afirma que la Fundación creada por Germán Sánchez Ruipérez en 1981 "es un sueño hecho realidad y al mismo tiempo una realidad que colma nuestros sueños, que contribuye, minuto a minuto, niño a niño, libro a libro, cuento, aventura, manual, ordenador, tecnología, información, a hacernos más maduros, más independientes, más solidarios, más personas".
Se reproduce a continuación el texto completo del artículo que también puede consultarse on line en la hemeroteca del periódico, en la edición del 12 de febrero de 2011.
OPINIÓN
Entrepasos
Puri Contreras Pelaz. Directora de Tribuna de Salamanca
No despiertes, es también nuestro sueño
En medio de la tormenta política y económica que sufrimos en este país, donde hasta el mismísimo presidente del Gobierno demuestra cada día una terrible incompetencia, por no hablar de sus improvisaciones, sus contradicciones, y sus permanentes errores de cálculo, resulta un extraordinario regalo detener el tiempo en el Paraninfo de nuestra Universidad y escuchar discursos de verdad, con criterio, con contenido, con intención, con compromiso, con absoluta dedicación, con formación, con experiencia, con pasado, presente y futuro.
"Hoy vivo un sueño del que nunca quisiera despertar: saberme, gracias a vuestra generosidad, miembro definitivo de la admirable Universidad de Salamanca". No despiertes, Germán Sánchez Ruipérez, porque tu sueño es la garantía de nuestros sueños, tu firme voluntad y dedicación el enorme legado que has construido para nosotros, tu valentía, el ejemplo de varias generaciones, y tu obra, el inmenso tesoro que encierra la educación y la lectura.
No despiertes, Germán, sigue soñando como cuando eras niño, y saciabas entre los libros de tu empresa familiar la sabiduría que no pudiste recibir en la Universidad; no despiertes, llévanos de la mano por ese mundo lleno de ilusiones, contágianos la magia de luchar por lo que uno cree, devuélvenos la esperanza de saber que todo está a nuestro alcance si hay trabajo, sacrificio, voluntad y la necesaria suerte de estar siempre donde uno debe.
Queremos compartir ese sueño contigo, admirado honoris causa por la Universidad de Salamanca, sí, un honoris sin estudios superiores en las aulas, pero con estudios infinitos en la vida.
Me bastó una entrevista, larga entrevista en forma de café-coloquio hace ya unos diez años, para confirmar que estaba ante una persona grande, de grades ideas, de corazón grande, de grandes pretensiones. Pero sólo una frase me quedó grabada para siempre: "hay que ser espléndidos en la vida". No era una frase hecha, sino una forma de ver las cosas y llevarlas a la práctica. Espléndida es su trayectoria y sus logros, y espléndida es su gran obra, la que superará, sin duda, "los propios límites de mi periplo vital... La que expresa mi compromiso con la sociedad y quienes la integran y mis deseos de dejar, para la posteridad, una huella duradera de mi paso por este mundo".
Ya hoy la Fundación Germán Sánchez Ruipérez es un sueño hecho realidad, y al mismo tiempo, una realidad que colma nuestros sueños, que contribuye, minuto a minuto, niño a niño, libro a libro, cuento, aventura, manual, ordenador, tecnología, información, a hacernos más maduros, más independientes, más solidarios, más personas.
La intervención del último honoris causa por la Universidad de Salamanca, el peñarandino Germán Sánchez Ruipérez, junto al ingeniero químico Stephen Whitaker, merecedor igualmente de un homenaje que premia el apasionado y generoso servicio a la sociedad a través, fundamentalmente, de la educación y la investigación, ha supuesto, ciertamente, un regalo para desenvolver con admiración y cariño, para entender su mensaje y su funcionamiento, pero sobre todo, para usarlo con cuidado y con responsabilidad. "Desdeñad el coro de los grillos que cantan el catastrofismo y la derrota, desconfiad de quienes, por su interés, buscan nuestra vencida resignación. Y_ mantened inalterable vuestra confianza en la persona. En sus derechos. En su legítima aspiración a una convivencia solidaria, equilibrada y sostenible que, en la educación y la lectura, encontrará siempre su más firme fundamento". Gracias, Germán, por tus palabras y por tu aliento.
|