Random House, uno de los seis grandes grupos editoriales de Estados Unidos, ha decidido otorgar oficialmente la propiedad de sus libros electrónicos a las bibliotecas que los compran, según informa el periodista Dan Eldridge en un artículo para TeleRead.

Eldridge da cuenta de una entrevista a Skip Dye, vicepresidente de Marketing y Ventas Académicas y a Bibliotecas de Random House, realizada por el periodista Michael Kelley y publicada en Library Journal, en la que Dye aseguraba que “cuando las bibliotecas compran libros electrónicos de la editorial Random House a distribuidores de bibliotecas autorizados, consideramos que estos eBooks les pertenecen".

Asimismo, en estas mismas declaraciones, Dye ha afirmado que "este es nuestro modelo de negocio: vendemos copias de nuestros libros electrónicos a una lista autorizada de distribuidores de bibliotecas, y estos se supone que los revenden a las bibliotecas”. “En nuestra opinión –sostiene Dye– esta compra implica la propiedad del libro por parte de la biblioteca. No es una licencia”.

Resulta interesante comprobar, según señala Kelley, que este inesperado curso de los acontecimientos en lo que respecta a la industria editorial no es nada nuevo, ya que esta idea ya surgió en mayo de 2012 durante la conferencia de la Asociación de Bibliotecas de Massachusetts, y fue transmitida en la reunión anual de la American Library Association (ALA), que se celebró en Anaheim (California) del 21 al 26 de junio de 2012 (Véase Lectura Lab).

Ante esta noticia, Kelley advierte a los bibliotecarios que deberían “asegurarse de que cualquier licencia que firmen con los proveedores o agregadores no limita ni cede involuntariamente los derechos que puedan derivarse de esa propiedad francamente reconocida, y en particular las excepciones de usuario con arreglo a la legislación de derechos de autor”.