Un estudio realizado en la universidad canadiense de Ryerson muestra como muchos estudiantes creen que aprenden mucho mejor con libros de texto en formato papel, que con sus homólogos digitales. Incluso piensan que sus resultados se verían afectados, en caso de que solo pudieran estudiar en digital.
La encuesta se realizó con 388 estudiantes de marketing que utilizan e-textbooks como material académico. A estos se les preguntó sobre la dificultad de estudiar en este formato y sobre la posibilidad de que tuvieran que cambiarse definitivamente a él.
Las respuestas no dieron lugar a dudas, comenta Julia Lawrence en un artículo publicado en la página web Education News: prefieren, por un amplio margen de diferencia, los libros en papel aludiendo a la ausencia de distracciones. Otra de las desventajas a las que hicieron referencia, señala el estudio, es a la falta de estandarización, lo que en ocasiones supone que los estudiantes deben familiarizarse con un nuevo software dependiendo del dispositivo. Tampoco están satisfechos con la opción de las anotaciones electrónicas. Para ellos los post-it en papel son más fáciles de identificar a simple vista.
En una segunda fase del estudio se quiso saber si estos estudiantes estaban dispuestos a abandonar los textos tradicionales de forma definitiva, a lo que una amplia mayoría contestó que aprendían mejor con ellos que con los digitales por dos cuestiones básicas: les resulta más sencillo estudiar y apuestan por el concepto de permanencia. Perciben los libros tradicionales como el mejor formato para leer, para realizar un estudio en profundidad y para localizar la información.
Al respecto, véase este artículo en Lectura Lab.
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