Tim Cook, director ejecutivo de Apple, tuvo que defenderse públicamente de su plan de evasión fiscal en el interrogatorio al que fue sometido el martes 21 ante el Comité de Investigación del Senado de los Estados Unidos. Según el periodista Ryan Tate, en un artículo que publica en Wired, la compañía multinacional ha visto dañada su imagen. No obstante considera que las empresas tecnológicas, que han contribuido a la libertad de expresión y al cambio cultural, deben comportarse en consecuencia y pagar correctamente sus impuestos.

Muchas personalidades de los Estados Unidos han criticado las prácticas fiscales de esta multinacional e incluso la han llamado “el delincuente más atroz” en evasión de impuestos. Sin embargo, esta compañía no es la única empresa tecnológica que está últimamente en el ojo del huracán en lo referente al pago de impuestos o a sus políticas de privacidad.
Esta presión social por la que está pasando Apple, acabará llegando a otras compañías tecnológicas –afirma Tate–. El papel de estas empresas ha crecido de forma espectacular. Hace años lo que la inmensa mayoría de la gente relacionaba con el término informática, eran los ordenadores que utilizaban aquellos frikis inadaptados con poco interés por la sociedad en general.
Pero la tecnología está más presente que nunca en nuestras vidas y estas compañías se han posicionado como las que han proporcionado la libertad de expresión y han propiciado el cambio cultural.
En esta ocasión le ha tocado a Apple, comenta Tate, pero ni ha sido la primera ni será la última. Google ya ha recibido críticas por sus estrategias también muy agresivas de evasión de impuestos, y Facebook y Twitter ya han tenido sus encuentros con la Justicia por sus políticas de privacidad.
En definitiva, concluye Tate, está claro que las compañías tecnológicas no son las causantes de la polución o han envenenado los ríos, pero se han definido a sí mismas como un instrumento para el progreso humano. Por tanto, deben comportarse en consecuencia.
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