La economía brasileña en esta última década ha mejorado considerablemente, pero según ciertos indicadores esta edad dorada podría estar llegando a su fin. Si embargo editores extranjeros no están preocupados por las recientes turbulencias económicas ya que en caso de que se esté produciendo cierta desaceleración, ésta no parece afectar a su negocio.
Brasil está calificado como el noveno mercado editorial del mundo, según el último ranking mundial de editores. Todas las plataforma digitales internacionales se han establecido en el país y una nueva clase media adquiere cada vez más dispositivos de alta tecnología, por lo que las posibilidades de lectura son amplias.

Según unas declaraciones de Tod Shuttleworth, vicepresidente senior de la editorial Thomas Nelson, publicadas por Iona Teixeira Stevens en un artículo en Publishing Persperctives, las oportunidades y el crecimiento que esperaba esta editorial al asentarse en Brasil, han superado ampliamente sus expectativas.
La editorial española SM llegó a este país hace nueve años y según el vicepresidente de este grupo editorial con sede en Madrid, Luís Fernando Crespo Navarro, en un primer momento fueron muchas las dificultades y comenzar desde cero la construcción de un catálogo en un idioma completamente nuevo, fue un decisión valiente.
Los datos que han aparecido recientemente sobre unas expectativas bajas de crecimiento del PIB han hecho temblar a las empresas en todos los sectores, incluso el de la edición –comenta Teixeira-. Según la agente literaria Adriana Navarro, la desaceleración económica brasileña y la subida del dólar y del euro desalientan a los editores brasileños a comprar títulos europeos. Pero no cree que esto afecte a la venta de títulos brasileños en Europa.
Hegel Braga, gerente nacional de la editorial John Wiley & Sons en Brasil, está convencido de que al igual que este país ha demostrado que puede sobrevivir a la crisis económica externa sin sufrir tanto como otras economías, también podrá recuperarse de esta desaceleración.
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