El periodista norteamericano Bertel King Jr., también autor de ciencia ficción, cree que los clubes de lectura a través de teléfonos móviles pueden provocar en los jóvenes la misma sensación de empoderamiento que las hermandades de estudiantes tan populares actualmente.
En un artículo que publica en Library City, una web creada entre otros por David Rothman, fundador de TeleRead, para defender las bibliotecas públicas y las bibliotecas escolares, King también ofrece una guía para aprender cómo crear el propio club de lectura en el teléfono móvil.
King, que asistió a una escuela rural de Virginia y que no tuvo un acceso temprano a la lectura como actividad de ocio, ahora, como enamorado de la palabra escrita, cree que un club de lectura en el móvil puede reunir a los estudiantes en un sitio donde podrían aprender sobre los libros electrónicos y los mejores dispositivos para consumirlos.
También asegura que allí obtendrían orientación de bibliotecarios, maestros y compañeros. King señala que actualmente hay abundancia de aplicaciones y gadgets para elegir, pero muchos ellos son desconocidos para la mayoría.
King señala que para empezar un teléfono barato (de unos 20 dólares) podría ser suficiente para que cualquiera pueda hacerse miembro del club.
Además de ofrecer una colección de consejos para iniciar un club, King incluye una guía de Moon + Reader, la que considera una de las mejores aplicaciones para lectura en teléfonos Android de bajo costo.
El periodista relata que en su infancia consumió mucha más televisión y videojuegos que libros, y aunque durante un tiempo los juegos de rol que requerían horas de lectura eran sus favoritos, su idea de la diversión no era sentarse a leer un libro de papel.
A partir de su experiencia, King piensa que estos clubes podrían proporcionar a los jóvenes tanto el conocimiento técnico como la motivación para adaptar la lectura a su estilo de vida. Cree que tanto los encuentros cara a cara como las reuniones virtuales podrían ayudar a ampliar la lectura de libros al mundo en línea de los estudiantes en los que el uso del texto es mucho más intenso de lo que los estereotipos permiten creer. Los mensajes de texto, Twitter, Facebook, y la navegación en internet, señala King, implica que todos devoran palabras. Añade que la gente está acostumbrada a leer todo el día en sus teléfonos, incluso si normalmente no está dispuesta a bajarse un libro.
Asegura que si en los clubes los niños fueran alentados a descargar una aplicación de lectura de libros electrónicos en lugar de estar mandando tweets y comprobando las últimas actualizaciones de estado, leerían libros con mucha más frecuencia.
King, que se graduó en 2008 en la Southampton High School, cree que su escuela hizo con él un trabajo admirable para prepararlo para la universidad, puesto que entonces él no tenía idea de lo desfavorecido que era su condado en comparación con las escuelas de los suburbios ricos de Virginia del Norte y Richmond, cuyos estudiantes pueblan la mayoría de las universidades del Estado y, en algunos casos, las Ligas Ivy.
Como estudiante, King se dio cuenta de que un patrón común entre los estudiantes más exitosos era que habían leído libros desde niños. Y cuanto más pronto comenzaron, más rápido leían, disfrutaron de más novelas y les fue mejor en la vida y el trabajo.
Señala que en las comunidades rurales como aquella en la que se crió, las bibliotecas siguen siendo un lugar donde los niños acuden para tener acceso a los ordenadores y a internet de alta velocidad, un bien que no siempre es fácil de conseguir. Por eso cree que los clubes de lectura en los móviles podrían ofrecer a los adolescentes algo que hacer al regresar a su casa. Leer libros les permitiría usar el móvil que tanto aman sin necesidad de una conexión a internet.
Es una idea para introducir los libros allí donde los jóvenes estén concentrados, ya que parece demasiado difícil lograr que los estudiantes se ocupen de los libros y ahora eso es más probable que lo hagan en un gadget.
Para King el objetivo es conseguir que la gente comience a leer tan pronto y tan a menudo como sea posible. Opina que si se elimina la mayor cantidad de obstáculos e inconvenientes, la actividad puede volverse cada vez más atractiva. Y puesto que la idea es agregar los libros electrónicos a los dispositivos que los niños ya poseen, los clubes de lectura en el teléfono móvil son una vía relativamente asequible para lograr este objetivo.
En ese sentido, la Unesco publicó este año un documento sobre la lectura en teléfonos móviles en países en desarrollo. Está disponible (en inglés) en este enlace.
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