El Tribunal Europeo de Justicia ha concluido que los estados miembros de la Unión Europea son libres de aplicar distintos tipos de IVA en ebooks y en libros en formato papel. Todos los países en Europa podrán aplicar el impuesto que consideren adecuado sin romper la “neutralidad fiscal”.
Durante más de tres años ha habido grandes desacuerdos entre los Estados miembros y la Comisión Europea sobre este tema. Un país como Luxemburgo bajó su IVA del quince por ciento al tres por ciento en 2012, tendencia que siguió Francia, que bajó su impuesto de algo más del diecinueve por ciento al cinco y medio.
La mayoría de los países europeos tienen distintos impuestos para los contenidos digitales –informa Michael Kozlowski en un artículo en GoodeReader. Pero con esta decisión, ahora son libres de aplicar el impuesto que consideren oportuno en sus ebooks.
El tres por ciento que aplicaba Luxemburgo le era muy provechoso a empresas como Amazon, Apple, Google y Kobo como puerta de entrada en Europa –comenta Kozlowski. Editores, librerías y editoriales pequeñas en el Reino Unido, por ejemplo, presionaban a su gobierno para que se aplicara un cambio en el impuesto con el que se gravaba a los libros electrónicos, que era de un veinte por ciento. Esto ha hecho que la UE haya intervenido y haya decidido cambiar la legislación.
En definitiva –concluye Kozlowski– las compañías de libros electrónicos impondrán el impuesto correspondiente al lugar en el que se encuentra el cliente y no al del país en el que se encuentra el servidor de la empresa.
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