La incorporación de las tecnologías ocupa actualmente un lugar muy significativo entre las prioridades educativas y, de modo creciente, asume diferentes aspectos y formatos en la agenda de políticas educativas de cada uno de los países latinoamericanos.
Este y otros aspectos son el eje del Informe sobre Tendencias Sociales y Educativas en América Latina, elaborado en el marco del proyecto SITEAL (Sistema de Información de Tendencias Educativas en América Latina), una iniciativa que comparten la sede del Instituto Internacional de Planeamiento de la Educación de la Unesco en Buenos Aires y la Organización de Estados Iberoamericanos para la Educación, la Ciencia y la Cultura.
Darío Pulfer, director de la sede de la OEI en Argentina y de Ibertic (Instituto Iberoamericano de TIC y Educación) señala en el Prólogo del trabajo que las políticas TIC en educación forman parte de la agenda de la región de manera prioritaria, lo que convierte a América Latina "en una de las zonas más proactivas del mundo en cuanto a la integración de las tecnologías en los sistemas educativos de los países que la conforman".
Añade que, "junto con otras importantes decisiones que se toman desde el nivel de la política educativa, orientadas a operar sobre los desafíos presentados a lo largo de este informe, como son el aumento de la cantidad de años de escolaridad obligatoria y la promulgación de leyes para garantizar el financiamiento de la educación, las políticas TIC tienden a ser pensadas por los Estados como una forma de lograr proyectos democráticos que aseguren grados crecientes de inclusión y justicia".
La coordinación general del informe estuvo a cargo de María Teresa Lugo, Néstor López y Lilia Toranzos, quienes además tuvieron a cargo la redacción de la versión final, junto con Silvina Corbetta.
El informe está compuesto por cinco capítulos que abordan temas como las "Subjetividades juveniles de la tecnocultura digital"; "Políticas de integración de TIC en América Latina"; "Políticas de infraestructura, equipamiento y conectividad"; "Políticas de integración TIC en las instituciones educativas" o "TIC y formación docente: formación inicial y desarrollo profesional docente" así como "Conclusiones" y una colección de "Notas de opinión", además de un apartado de "Recursos bibliográficos y en línea".
Entre las "Conclusiones" los autores del informe señalan que reconocer la importancia de un enfoque basado en el derecho a la educación para la totalidad de la población de la región constituye el eje que comanda el análisis de las políticas y se desarrolla en esta entrega del SITEAL. "Ello implicó –añaden– poner de relieve la dimensión social que atraviesa las decisiones tomadas por los gobiernos, cuyas políticas han priorizado la democratización del acceso a las TIC entre sus ciudadanos y ciudada- nas, como primer paso, antes de procurar el impacto sobre las prácticas pedagógicas".
Añaden que a partir del panorama presentado, surge como primera conclusión "el carácter paradójico del proceso que se ha desencadenado. América Latina –dicen– se manifiesta como una de las regiones más activas en cuanto a la integración de las TIC en sus sistemas educativos, al mismo tiempo que adquiere plena vigencia en su agenda la resolución de un notable espectro de temas que todavía figuran como pendientes, básicamente en relación con el acceso a una educación de calidad para todos".
"En este sentido –afirman–, puede apreciarse de qué manera conviven la presencia creciente de las tecnologías en las escuelas, en tanto perduran ciertos problemas estructurales de los sistemas educativos, como las profundas desigualdades en los logros educativos de los diferentes grupos sociales, una gran desescolarización de adolescentes que no llegan a completar el nivel medio, establecimientos con claros déficits de infraestructura o localidades aún carentes de una oferta escolar que cubra sus necesidades". En ese sentido agregan que "esta tensión se puso principalmente en evidencia a lo largo del segundo capítulo de este informe, en tanto se señala que el gran desafío consiste en capitalizar la potencia de las políticas TIC, para fortalecer a los Estados en aquellas estrategias destinadas a abordar la agenda pendiente, mediante nuevos recursos y horizontes".
El análisis igualmente pretende poner de manifiesto que "muchos de los problemas evidenciados a través de los testimonios de los actores y en los relevamientos realizados son resultado de la proactividad de las políticas, en tanto estas poseen un componente importante de experimentación".
Destacan que la integración de las TIC "es un campo carente de certezas, ya que se trata de un proceso sin antecedentes, que implica el reconocimiento del carácter híbrido de la cultura actual".
En materia de infraestructura el capítulo tres permite advertir–indican–que "prácticamente en todos los países de la región se observan iniciativas estatales de incorporación tecnológica, junto con agendas digitales que apuntan a brindar acceso a internet para la totalidad de la población, a la implementación de redes de fibra óptica y servicios de banda ancha, a la instalación y el uso de tecnología en el Estado, mediante políticas de e-government, y al ingreso de la tecnología en los planes educativos y en la TV digital". Sin embargo advierten que este escenario se enfrenta con lo dispar que resulta el acceso y la posibilidad de uso de las tecnologías, según las zonas geográficas de los países que las poblaciones habiten.
Otra cuestión importante apuntada en las conclusiones, se refiere a la relación que se establece entre el Estado y el sector privado."Implementar políticas TIC en educación supone reconocerlas como políticas públicas que articulan intereses privados con intereses del Estado, sin que esto implique desconocer que este último ocupa y ejerce el rol indelegable y protagónico de garantizar el cumplimiento del derecho a la educación para todos".
Teniendo en cuenta el impacto de la cultura digital en la subjetividad de los estudiantes del siglo XXI, que produce nuevas demandas a la escuela y exige rápidas respuestas, el informe apunta que el formato escolar por esa razón se ve interpelado por las nuevas dinámicas que se producen con la entrada de estas tecnologías disruptivas, ubicuas y versátiles.
En las conclusiones se destaca que pesar de lo complejo de predecir cuál o cuáles serán las nuevas configuraciones que presente la escuela del siglo XXI, "es viable afirmar que esta deberá atender a los sujetos en toda su heterogeneidad, mediante prácticas culturales diversas y tomando en cuenta la gestión del conocimiento en la actualidad". En ese sentido agregan que "la transformación en los modos de adquisición del conocimiento está cimentando nuevas corrientes pedagógicas que, a la luz de la cultura digital, intentan dar respuestas a los nuevos desafíos educativos".
El informe completo está disponible en este enlace.
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