Simón Marchán Fiz, catedrático de Estética y Teoría de las Artes en la Facultad de Filosofía de la UNED, advierte que puesto que "no toda imagen es arte ni tiene por qué ser vista desde esta óptica ni devaluada porque no lo sea" uno de los desafíos del futuro es prevenir la vacuidad como consecuencia de la "hiperestetización de la visualidad".

Marchán Fiz participa en la Zona Debate del Centro Internacional de Tecnologías Avanzadas (CITA) de la Fundación en Peñaranda de Bracamonte con un artículo titulado "El uso de la imagen en nuestros días" en el que vierte esas opiniones entre otras relacionadas con la producción de imágenes artísticas en las sociedades actuales.

Académico de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando, Marchán Fiz, entre otros desempeños, también ha sido profesor en las áreas de Arte y Estética de las universidades Complutense y Autónoma de Madrid así con en las de Arquitectura en las Escuelas Técnicas Superiores de Madrid, Las Palmas y Valladolid.

Su razonamiento sobre la consideración artística de la imagen, Marchán Fiz se pregunta si "tenemos que aceptar sin rechistar las imposiciones de la nivelación horizontal de las imágenes" derivada de la confrontación entre el arte de élite y el arte de masas originada por la oposición entre el arte y los mass media. Aquella oposición, que suponía borrar las diferencias entre las imágenes artísticas y no artísticas, en el ámbito disciplinar "estimula la sustitución de la Historia del Arte, la Teoría del Arte y la Estética por la Historia de las Imágenes y los Estudios Visuales" –explica Marchán Fiz.

Asimismo, debido a la asociación entre la apariencia estética y al apariencia digital –añade– "la obra de los medios tiende a ser identificada con el arte de los medios". En ese sentido advierte que "aun cuando existan ciertos paralelismos, la apariencia digital no es sin más la estética, ni la realidad virtual se identifica por las buenas con la artística".

Marchán Fiz subraya que "al igual que sucede con otros fenómenos de la cultura visual, las técnicas del ciberespacio en cuanto tales no son artísticas ni producen obras de arte", sino que, para alcanzar un estatuto semejante se remiten a las diferencias, "lo cual –agrega– nos conduciría a las estrategias de resistencia artística: autorreflexión, desviaciones, aplazamientos, etcétera". "Este –vaticina– será uno de los desafíos del arte en el próximo futuro".

Por otra parte se muestra preocupado por la actual saturación de imágenes, donde la estetización "amaga con disolver el arte en la virtualidad". No obstante, dice que "lo que todavía llamamos arte en cualquiera de sus expresiones no corre riesgo a cuenta de que no represente o aprehenda lo verdadero, sino en virtud de que, avergonzándose de sus diferencias, se diluya en la vacuidad de un absoluto: la hiperestetización de la visualidad".

El artículo completo puede consultarse on line en Zona de Debate, de CITA donde se puede descargar en pdf.