La Fundación Germán Sánchez Ruipérez y la Consejería de Cultura de la Junta de Andalucía han firmado un convenio marco de colaboración por el cual se realizarán estudios e informes sobre la lectura en Andalucía en el contexto del II Plan de Impulso a la Lectura para el bienio 2011-2013.
El acuerdo fue rubricado en Sevilla el 5 de julio de 2011 por Antonio Basanta, vicepresidente ejecutivo y director general de la Fundación y Paulino Plata, consejero de Cultura de la Junta de Andalucía.
Este convenio se encuadra en las recomendaciones del último informe del Observatorio Andaluz de la Lectura y en los trabajos de preparación del II Plan Integral de Impulso a la Lectura en Andalucía. Esta segunda edición del Plan tiene por objetivo reforzar la coordinación entre lo distintos agentes implicados en el hecho lector y buscará "mejorar la comprensión lectora desde edades tempranas, impulsar las bibliotecas escolares y promover planes en el ámbito local". La Fundación, en virtud del convenio, se encargará de la recogida de datos y la elaboración de los informes necesarios para la puesta en marcha del nuevo plan de impulso a la lectura.
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Tras la firma, Basanta destacó que este convenio significa que Andalucía "sigue teniendo en la lectura uno de sus vectores más decisivos, lo que significa que estamos construyendo educación y progreso".
Para Basanta, "leer es la única forma de que la información se convierta en conocimiento. Y éste, en nutriente básico de la inteligencia, en cuyo crecimiento la lectura es primordial. La inteligencia es producto también de la calidad y cantidad de estímulos que el cerebro recibe. A mayor actividad cerebral, mayor capacidad de generación de inteligencia. ¿ Y de qué otro modo actúa cerebralmente la lectura, si cuando leemos sólo podemos hacer eso: leer ?
También destacó que en este mundo de cambios "tan profundos y continuados, necesitamos leer para que el entorno sea enriquecedor".
"Estamos en un tiempos económicamente complicados –añadió Basanta–, donde se hace más necesaria que nunca la colaboración para un máximo aprovechamiento de los recursos". Por esta razón se ha mostrado convencido de que el II Plan de la Lectura tiene que ser "un acuerdo a diferentes bandas".
Por su parte, Paulino Plata ha resaltado "la dilatada experiencia y personal especializado en la investigación sobre la sociología de la lectura" de la Fundación y ha coincidido con Basanta en que "vivimos en una sociedad que cambia rápidamente y hay que estar siempre informado, algo vital para crecer personal y económicamente".
"Una sociedad lectora –aseguró– es también más libre, más consciente, más crítica y más tolerante", razón por la cual, a su entender "es tan importante colaborar para que el II Plan de Lectura tenga el conocimiento de entidades y personas expertas, que nos permitan mejorar su diseño y ejecución".
La Consejería de Cultura desarrolló entre 2005 y 2010 el I Plan Integral de Impulso a la Lectura, que supuso la extensión de las bibliotecas públicas a más del 98 por ciento de la población, así como el incremento de fondos, la mejora en la formación de personal, la dotación de infraestructura tecnológica y nuevos servicios. Otras acciones desarrolladas en el último quinquenio han sido las bibliotecas para la población inmigrante, la Escuela de Escritores Noveles o la extensión del Circuito Literario Andaluz.
Según Plata, la participación de la Fundación en esta tarea "es una garantía de rigor y excelencia que va a enriquecer el trabajo del Observatorio Andaluz de la Lectura, que incorpora la evaluación y el seguimiento del Plan". Recordó que en Andalucía el sesenta por ciento de la población era analfabeta en la década de 1950 una situación que ha mejorado espectacularmente aunque todavía "el índice de lectura en la región está un 4,4 por ciento por debajo de la media nacional" por lo que "hay que seguir haciendo cosas para entender que la lectura es un reto personal y colectivo para el futuro".
Por último, Basanta mencionó que la primera encuesta sobre hábitos de lectura se realizó en España en 1982, y según los datos, publicados en 1983, "Andalucía estaba 28 puntos porcentuales por debajo de donde ahora está, así que lo que se ha conseguido en los últimos 30 años es casi heroico". En la comunidad andaluza –destacó– "se ha producido una revolución cultural y lectora sin precedentes, en un momento en que la lectura es eje estratégico de crecimiento".
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