Un grupo de diseñadores, ingenieros y pedagogos latinoamericanos han creado un proyecto editorial de código abierto para producir y distribuir libros de texto digitales. LATIn, que es como se denomina esta iniciativa, ha sido creada porinvestigadores de nueve universidades de América Latina y ha contado con la financiación de la Unión Europea. Su objetivo es aumentar el uso de libros de textos por los estudiantes universitarios de esta región y acomodarlos a la realidad de cada país.
Xavier Ochoa, coordinador del proyecto y director del Programa de Investigación en Educación y Tecnología en la Escuela Superior Politécnica del Litoral en Guayaquil, Ecuador, ha informado en un artículo publicado en Publishing Perspectives que existen dos factores que disuaden a los estudiantes de estos países a acceder a los libros de texto impresos: el precio y la relevancia del contenido. Muchas familias no pueden gastar mucho dinero, por lo que los estudiantes recurren a las fotocopias. Además –añade– en muchas ocasiones los alumnos se acercan a contenidos más superficiales como presentaciones en PowerPoint o notas de compañeros que en realidad no reflejan lo que los profesores dicen en clase.
El gasto medio anual de libros de texto para estudiar una carrera universitaria en una universidad pública de Brasil puede llegar a los mil novecientos euros, lo que supone en ocasiones un sesenta y siete por ciento del salario mínimo en este país –informa el artículo.
El proyecto se presentó al programa de cooperación europeo ALFA y se concretaron sus cuatro fases: investigación, desarrollo de software, configuración y distribución. El reto consistía en encontrar una metodología que encajara en un proyecto colaborativo dentro de un entorno digital y en un contexto latinoamericano. Era necesario –explican Ochoa y su grupo de investigación– crear un libro vivo, que permitiera actualizaciones constantes con autores que contribuyesen a la creación de este contenido. Una vez que el libro está terminado –sigue el artículo– los organismos generadores de contenido se dispersan y pueden formas nuevos grupos.
En su segunda fase, LATIn creó una red social para reunir a profesores de nueve universidades y se establecieron grupos de trabajo para discutir el contenido y escribir los libros de texto. Se han hecho mediante escritura colaborativa basada en dos herramientas de escritura de código abierto: Booktype y Etherpad. La idea de colaborar en la creación de los textos se debe principalmente –explica Ochoa– a que un libro de texto de psicología que se utiliza en Chile no se ajusta de la misma manera a la realidad de México. Y ahí es donde radica la idea de que sean los profesores los que adapten el libro de texto a su propio contexto nacional.
La fecha límite para proponer libros fue el 31 de agosto de 2012 y para sorpresa de LATIn se recibieron más de cuarenta, aunque solo pudieron aceptar veinticinco por restricciones presupuestarias. La recepción del proyecto fue masiva –comenta Ochoa– y se extendió rápidamente entre los profesores de las universidades de América Latina.
Estos investigadores ya tienen en mente crear LATIn 2 pero tienen claro que de momento se necesitan tres años para que se asienten las bases de este primer proyecto, que se basan en la adopción de los libros y la sostenibilidad. Ochoa ya ha manifestado que tiene un plan para impulsar la adopción masiva y generalizada, se trata de la emisión de sellos de calidad de las universidades y autores.
Está convencido de que en el futuro podrán coexistir los libros de texto cerrado y abierto en el mercado y de que poco a poco las editoriales de textos llegarán a estar de acuerdo con este cambio. |