Para el presidente de la Cámara Nacional de la Industria Editorial Mexicana (Caniem), José Ignacio Echeverría, el principal problema no es que los mexicanos no lean sino que "que su lectura carece de calidad" aunque destaca que la industria editorial goza de buena salud.

 

Echeverría ha puntualizado que los índices de lectura son difíciles de cuantificar en México pero ha destacado que " los mexicanos no leen tres libros por año sino se producen tres publicaciones per capita" al año.

 

En 2013, según las últimas cifras divulgadas por la Caniem, se produjeron en México tres libros por habitante en el contexto de una producción de 300 millones de libros. Echeverría añadió que con esta producción, el aumento constante en ventas "demuestra que el mercado editorial mexicano es dinámico y que se ha superado con creces la crisis de 2008-2009, aunque todavía no se alcanzan los volúmenes previos a ésta, que eran de alrededor de 340 millones de ejemplares anuales".

 

Después de aclarar que en la estadística se incluyeron los libros de la Secretaría de Educación Pública (SEP) y otras publicaciones gratuitas, señaló que el principal problema "no radica en que el mexicano no lea, sino que su lectura carece de calidad".

 

Según estas declaraciones ha quedado desplazado el mito “de que el mexicano no lee en promedio tres libros al año”, puesto que, en opinión de Echeverría, los índices de lectura que destacan la calidad apuntan a que se lee poco pero finalmente se lee.

 

De acuerdo a datos recientes que publica el periódico digital AM, México ocupa el puesto ciento siete en un ranking de lectura que incluye ciento ocho países del mundo; hay más librerías en Barcelona que en toda la República de México y aunque hay una base de cuatro millones millones de lectores, también hay tres millones de mexicanos que no leen.

 

En cambio –comenta Sergio R. Blanco en AM– en términos estadísticos, las cifras que publica la Caniem, que este año celebra su 50 aniversario, son optimistas, y muestran que en los últimos cuatro años ha habido un aumento en la venta de ejemplares: de 138,6 millones de libros vendidos en 2010 se pasó a 151,4 millones de volúmenes en 2012.

 

La industria editorial mexicana –añade– facturó en 2012 –según la fecha más actualizada de la Caniem– más de 10.406 millones de pesos (100 pesos mexicanos = 5,51 €). Pero hay que tomar en cuenta que casi la mitad de esta cifra (un 42,9 por ciento) corresponde a libros que compra la SEP a las editoriales privadas a través de programas de Gobierno como el de libros gratuitos de Secundaria, el de Bibliotecas de Aula y el Programa Nacional de Inglés para Educación Básica. Es decir, en México, el Gobierno es el mayor cliente de las editoriales privadas –especialmente las que hacen publicaciones escolares.

 

Por otra parte, las ventas de libros electrónicos aún no son significativas, pues supusieron una facturación de menos del 0,2 por ciento del total (tan sólo 10,4 millones de pesos en 2012).