Cómo serán los libros de texto en el futuro es un tema muy recurrente desde hace un tiempo. Hay quien piensa que serán una versión digitalizada de los textos ya existentes. Otros apuestan por una opción más personalizada. Pero existe otra posibilidad y es la de crear todo un ecosistema aprendizaje que vaya más allá de un libro electrónico y sus complementos.

Esta experiencia de aprendizaje es la que se está convirtiendo en realidad en la University of Texas Rio Grande Valley y que posiblemente verá la luz este año al formar parte de un programa híbrido que se lanzará el próximo curso.

Stephen Mintz describe en un artículo publicado en Inside Higher ED en qué consiste y qué partes conforman este ecosistema de aprendizaje:

• Gran variedad de contenido multimedia. No solo texto y vídeos cortos, sino también aplicaciones, diagramas interactivos, simulaciones, laboratorios virtuales, etcétera.
• Itinerarios de aprendizaje personalizado. Herramientas adaptativas inteligentes que proporcionarán tutoriales informativos según las necesidades de cada estudiante.
• Fomentar la interactividad. Ésta debe ser mucho más inmersiva e implica el análisis de datos, el diseño de proyectos, explicaciones virtuales y otras actividades prácticas.
• Evaluaciones basadas en el rendimiento. Esto supone poner en práctica las habilidades y conocimientos adquiridos y centrarse a un desafío real.
• Prácticas de colaboración de gran alcance.
• Una experiencia de usuario gamificada que mejore la motivación del alumno.

Para finalizar, Mintz defiende en su artículo la idea del apoyo a los estudiantes como un aspecto esencial en esta nueva experiencia de aprendizaje necesaria para las nuevas generaciones.