Muchos ilustradores se quejan por la falta de reconocimiento de su trabajo en las listas y gráficos que realizan cada año compañías como Nielsen. Esta empresa, por su parte advierte de que el problema radica en que la recopilación de datos no está muy clara, algo sobre lo que deberían reflexionar las editoriales.
Andre Breedt, director de investigación de Nielsen Book en el Reino Unido comenta, en un artículo publicado en The Bookseller, que su empresa estaría encantada de poder crear un gráfico con los mejores ilustradores o libros ilustrados, pero el problema –añade– está en que la industria debe de ponerse de acuerdo en cómo y cuándo acreditar a los ilustradores.
En ocasiones el autor es el mismo ilustrador, en otras, son varios los que trabajan en un mismo libro, pero a menos que aparezcan recogidos bajo el campo “autor” BookScan, la herramienta que utiliza esta empresa para realizar sus listados y gráficos, no podrá reconocerlos.
Existen editoriales, añade el artículo, que no siempre tienen claro cuándo debe acreditarse un ilustrador y cuándo no. Liz Cruz, editora en Oxford University Press Children explica que el problema está en decidir si se introduce el nombre del ilustrador si sus ilustraciones son parte integral del libro y no cuando solo es la imagen que aparece en la cubierta. En su opinión es difícil saber dónde están los parámetros y cree que sería útil y conveniente que los ilustradores fueran reconocidos como coautores de la obra.
Con respecto a esto último, Don Kingston jefe de publicidad en Nosy Crow, no cree que exista un argumento a favor de identificar al ilustrador como coautor de la obra, sino que debe ser acreditado simplemente como “ilustrador”.
Un portavoz de la editorial Macmillan en su sección infantil afirma que la colaboración entre el escritor y el ilustrador es una asociación creativa y que su editorial valora y se esfuerza por asegurar y reconocer el trabajo de cada uno de ellos de forma clara dentro de su sistema.
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